Con la llegada de la covid-19, la economía del país se estancó. Se especula diariamente cómo y cuándo se volverá a la normalidad. Ariel Ávila, director de ‘El Poder‘, visitó varios restaurantes en Bogotá, encontrándose con un escenario desolador y dramático. La mayoría de ellos había sacado más del 50 % de la nómina y otros ya estaban prácticamente quebrados. Regresar al negocio es casi imposible.

Muchos de estos restaurantes pertenecen a los proyectos de emprendimiento que han tratado de manejar la situación de una manera amena, modificando sus menús, realizando domicilios y efectuando una cantidad de estrategias, en primer lugar, para no quedar en la quiebra total, y segundo, para no cerrar sus locales que han sido construidos con dedicación y esfuerzo. Parejas, amigos o familiares han invertido los ahorros de sus vidas en estos proyectos.

Sin embargo, las deudas, el recorte de nómina y la incertidumbre son el escenario al que se enfrentan diariamente. Según el Dane, esta actividad emplea a un 55 % de la población del país. Muchos de estos hombres y mujeres que pertenecen a este porcentaje se encuentran a la espera de cuándo reiniciar labores, porque en la mayoría de los casos consultados les cancelaron el contrato. Además de no tener una fecha clara de cuándo volverán a abrir sus puertas al público, los ingresos que han recibido en las últimas semanas les alcanza para sobrevivir y pagar la nómina de los pocos empleados con los que cuentan actualmente. 

Los empleados de Yanuba hicieron carteles y los pegaron en las ventanas con mensajes para sus clientes. "Nos reinventamos por ti", dicen. Foto Juan Carlos Sierra Sumándose a esta incertidumbre laboral, algunos de estos locales tienen que pagar arriendos que van de 5 a 20 millones de pesos mensuales. Algunos llegaron a acuerdos con sus arrendatarios, otros se encuentran en el limbo de donde sacar el dinero para pagar estos arriendos. El 96,6 % de este tipo de empresas operan en locales arrendados o en espacios en concesión. El 31,4 % lo hacen con inmobiliarias como intermediarios y el 68,9 % tienen contratos directos con los propietarios de los locales. 

La incertidumbre en este gremio es enorme. La mayoría de ellos manifestaron que las ayudas son pocas, pero, sobre todo, llegaron tarde y los bancos no giraron rápido. Para muchos de ellos es imposible abrir nuevamente... la quiebra es total. Otro grupo de ellos no acudió ni siquiera a las ayudas del Gobierno, pues tenían altas deudas previas y endeudarse más para pagar nómina sin saber cuándo abrirán no es una opción. Un panorama bastante desolador el que se encontró.