‘El Poder‘, con Ariel Ávila, ha seguido con detalle las diferentes proyecciones económicas ajustadas a la crisis causada por la covid-19. Algunas actualizaciones de las cifras se han dado en el último mes, arrojando la misma conclusión: no la tendremos nada fácil. Lo cierto es que el virus quitó el manto que cubría una serie de vulnerabilidades financieras acumuladas en la última década; Hertz, Avianca y Latam han declarado bancarrota; Colombia, Chile y Perú, las columnas del crecimiento en la región, se resquebrajan. Recurrimos a los datos.
En materia de desempleo, la Comisión Económica para América Latina advirtió que, en 2020, la región tendrá 11,5 millones de nuevos desocupados. En nueve semanas, en Estados Unidos ya más de 38,6 millones de ciudadanos pidieron subsidio de desempleo para sobrevivir. En Colombia se calcula que alrededor de 1,6 millones de personas perdieron su puesto en marzo y Asobancaria pronostica, para el cierre del año, que el desempleo se situará entre el 19,8 % y el 22,5 %, alcanzando niveles desconocidos en años recientes. Pero, lo más preocupante de estos números serán sus consecuencias sobre la pobreza. Un estudio de la Universidad de los Andes arrojó que esta podría subir al menos 15 puntos, devolviéndonos a cifras de hace 20 años: en concreto, 7,3 millones de personas podrían caer en la pobreza con esta crisis, empeorando los ya críticos indicadores de desigualdad.
Por otro lado, las proyecciones macroeconómicas apuntan hacia un mismo mal: decrecimiento generalizado. Según los resultados de la Encuesta de Opinión Financiera de Fedesarrollo, las proyecciones empeoraron: mientras que en abril se esperaba un estancamiento en el PIB de 0,0 %, en mayo la proyección media cayó drásticamente a -3,5 %. Sin embargo, para 2021 hubo un cambio positivo: de un crecimiento de 2,5 % en la edición de abril, se pronostica uno de 3,0 % en la de mayo, reforzando la idea de que Colombia es de los países emergentes menos vulnerables en un escenario de recuperación. Respecto a esto, el Dane destacó que Colombia creció más (1,1 %), durante la primera parte del año, que economías grandes como Estados Unidos (0,3 %), la zona Euro (-3,3 %) y otros países de América Latina, como México (-2,4 %), y solo fue superado por Corea del Sur (1,3 %) y Lituania (2,5 %). Sin embargo, sostener esta posición podría implicar un aumento de la deuda pública en alrededor de 10 puntos del PIB.
Fuente: Revista SEMANA, con datos del Dane. Finalmente, la caída en el consumo, que se convierte en un factor de acentuación de la crisis, se explica por un incremento en la desconfianza. De acuerdo con datos del Índice de Confianza del Consumidor de Fedesarrollo, en abril de este año se registró el resultado más bajo desde que se realiza la medición (2001): se observa una caída de 17,5 puntos porcentuales frente al mes anterior. Además, apuntan que la confianza de los consumidores disminuyó en todos los estratos socioeconómicos y en las cinco ciudades analizadas frente a marzo de 2020. En suma, el desempleo, el decrecimiento y la desconfianza, tienen a las economías buscando medidas que alivien el impacto negativo: duplicar el gasto en infraestructura pública para incentivar el empleo —lo que implicaría elevar el techo fiscal—, reindustrializar, fortalecer las exportaciones —fundamentalmente del sector agroindustria— o incluso trabajar más horas y acabar con los feriados. Lo único que parece certero es que de esta no saldremos fácil.
Fuente: Encuesta de Opinión del Consumidor (EOC) – Fedesarrollo PM3: Promedio móvil 3 meses.