En el debate de candidatos presidenciales organizado por SEMANA, se reveló que el candidato Alejandro Gaviria no asistió a la discusión porque los que habrían sido sus compañeros de panel “representaban a la derecha del país”.
Al respecto, el candidato independiente Juan Carlos Echeverry dijo que los “argumentos” de Gaviria se parecen a los vistos casi 100 años atrás cuando en Colombia se mataban entre los liberales y conservadores.
“Alejandro nos mandó a 1940 o 1950 con el cuento de conservadores y liberales. El país está exasperado y bravo con la diferencia entre la derecha y la izquierda”, dijo Echeverry.
El candidato sostuvo que la nación no se puede ir a los extremos, sino que se deben implementar iniciativas, independientemente de donde vengan, que sean positivas para todos en general.
“Para manejar un timón se necesita la derecha y la izquierda, una cabeza con experiencia y un corazón que sienta el dolor de la gente. Dejemos de pelear, está bien que tengamos diferencias políticas, pero debemos conversar, estamos haciendo eso aquí, podemos debatir. La política pública es para 50 millones de colombianos, una solución no es de derecha o de izquierda, es buena o mala”, dijo Echeverry.
Días atrás, se conoció que Alejandro Gaviria ya recolectó 500.000 firmas para respaldar su aspiración presidencial para 2022. En un video publicado en redes sociales, aseguró que la meta es reunir más de un millón de rúbricas antes del 17 de diciembre, fecha que se estipuló para la entrega de las mismas.
La recolección se ha hecho en un poco más de un mes desde que Gaviria inscribió el comité que tiene por nombre ‘Colombia tiene futuro’. El Partido Liberal continúa respaldando la aspiración del exrector de la Universidad de los Andes.
Recientemente, Gaviria presentó sus propuestas ambientales para luchar contra la deforestación en el país e invitó a los otros candidatos para que incluyan el tema ambiental en sus propuestas de gobierno.
Otras críticas a Gaviria
El candidato Federico Gutiérrez también se refirió a la ausencia de Gaviria en el debate presidencial organizado por SEMANA y dijo que esa decisión demostraba que no estaba en la capacidad de debatir “o que se montó en un pedestal moral que solo entiende él y con la que, en mi concepto, se enredó solito”.
Y agregó el exalcalde de Medellín: “Me hubiera gustado mucho tener a Alejandro acá para poder debatir (...) ojalá acepte ir a otros debates, pero en mi concepto se enredó solito. Lo expulsaron de otra coalición por vetos morales y ahora, el vetado Alejandro en un pedestal moral veta a todo el mundo”.
La razón de Gaviria para no acudir fue que los aspirantes que acudieron, es decir Federico Gutiérrez, Juan Carlos Echeverry, David Barguil, Rodolfo Hernández y Enrique Peñalosa, representan —según él— la derecha, una corriente política a la que él aseguró no pertenece.
“Me parecen tristes esas posiciones de Alejandro Gaviria de superioridad moral. ¿Qué es izquierda? ¿izquierda es darles prioridad a las necesidades de los más necesitados? Entonces yo sería más de izquierda que Gustavo Petro y claramente que Alejandro Gaviria. Si ser de izquierda, por ejemplo, es haber respaldado el acuerdo de paz, entonces soy de izquierda”, dijo el exalcalde de Bogotá.
Peñalosa coincidió con el exalcalde de Medellín y precandidato Federico Gutiérrez, a quien Alejandro Gaviria tildó de ‘facho’ por preocuparse por la seguridad del país, uno de los temas por lo que más recuerdan a Fico en la capital de Antioquia.
En realidad, Alejandro Gaviria no atraviesa por un buen momento, precisamente por la superioridad moral de la que él ha venido hablando en las últimas semanas. En la Coalición de la Esperanza, por ejemplo, le cerraron las puertas porque, mientras cuestiona la política tradicional, se alió con el expresidente César Gaviria y el oficialismo del Partido Liberal, que sostiene una importante maquinaria política en el país.
Y después se dedicó a señalar a sus demás compañeros de la centroizquierda. Cuestionó además a Federico Gutiérrez, el exalcalde de Medellín, por considerarlo parte del continuismo del poder de la derecha en el país.
Ahora, para rematar, ubica a sus competidores en la izquierda y la derecha, como si los extremos estuvieran condenados en política y como si él fuera el único precandidato presidencial del centro, alejado de la política tradicional.
Olvida, por ejemplo, su paso por el Ministerio de Salud en el gobierno de Juan Manuel Santos y en Planeación Nacional en el mandato del expresidente Álvaro Uribe, un cacique político claramente de derecha.