En la primera emisión del programa El Debate de Semana TV, el tema central de la discusión se dio por cuenta de la polémica expresión "la vieja esta" que dijo el presidente Iván Duque, a Aída Avella, durante la instalación del Congreso el 20 de julio. Los cinco panelistas, en compañía de Vicky Dávila, fijaron su postura respecto a lo que todos calificaron como un comentario desafortunado.
Federico Gutiérrez, exalcalde de Medellín, señaló que más allá de la frase lo que importa son los temas de fondo expuestos durante la instalación de la nueva legislatura. "Debemos dejar la agresión, la descalificación. Mientras nos va acabando el virus, nos vamos acabando más rápido nosotros". Para el exfuncionario el país necesita fijar una agenda nacional contundente debido a que restan solo dos años de gobierno y todavía hay mucho por hacer. Por su parte, Lucho Garzón recordó que Aída Avella es una de las mujeres que más ha luchado por la resistencia en el este país y pidió no minimizar el asunto del comentario de Duque contra la senadora. "Esto muestra el menosprecio que hay por el tema de Gobierno-oposición". Recordó que no es la primera vez que el lenguaje del presidente es desafortunado al mencionar cómo se refirió a los adultos mayores al llamarlos "abuelitos". "Con ese lenguaje no convoca a nadie", agregó.
María Andrea Nieto, economista y exdirectora del Sena, habló de los micromachismos que persisten contra las mujeres en Colombia."Vale la pena preguntarse que está pasando en este equipo" dijo, en referencia a la relación de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez -quien publicó el video con la frase de Duque- y el mismo presidente. Sin embargo, recordó que los comentarios negativos son de parte y parte y que hay "faltas de respeto constantes contra el gobierno" por lo que invitó a dar ejemplo de respeto en el discurso. En este punto, el caricaturista Matador señaló que Avella no es la única mujer en ser blanco de estos calificativos y mencionó a la alcaldesa Claudia López, quien, según los comentarios escuchados por él en encuentros privados, es tratada de forma irrespetuosa por su género, orientación social y posición política. Arturo Char y la clase política que representa
Sin duda, un tema que entró en el debate fue la elección de Arturo Char como presidente del Senado, al ser un político y empresario implicado en numerosas investigaciones judiciales -incluida una por el caso Aida Merlano- y tener un penoso récord de más de cien ausencias en las sesiones del Congreso. "Nadie puede ser culpable hasta ser vencido en un proceso judicial", recordó Juan Carlos Pinzón, exministro de Defensa. Para él, la clase política del país debería ser "moderna" y ajustada a las necesidades de la sociedad, no obstante señaló que pese a las acusaciones en contra de Char es justo esperar a que la justicia se pronuncie para emitir juicios contra el barranquillero.
"A mí me parece perfecto, representa perfectamente al Congreso" Matador dijo esta contundente frase cuando fue interrogado por Vicky Dávila sobre lo que piensa del presidente del Senado. El panelista se unió al concepto de Lucho Garzón quien señaló que "Char representa los genes del Congreso: ausentismo, falta de iniciativa legislativa, impugnación, acusación de compras de votos". Nieto, añadió al recuento que Arturo Char pertenece a una de las casas políticas más imponentes y poderosas del país que han tomado las regiones como "feudos". "Barranquilla es feudo de la casa Char. En la presidencia de la Cámara quedó el representante Blanco y ahí está la familia Suárez en Bello, Antioquia, y por el contrario, en Floridablanca quedaron enquistadas otras familias", dijo.
Pinzón trajo a la conversación uno de los temas discutidos en años anteriores sobre la urgencia de renovar la clase política colombiana en pro de recobrar la legitimidad de las instituciones. "Deberíamos limitar los periodos de los congresistas a no más de dos o tres periodos o que no puedan ser heredados", dijo. Y en concordancia, fue inevitable hablar de Sandra Ramírez o mejor conocida como Griselda Lobo, asignada como segunda vicepresidenta del Senado, y de quien hubo opiniones divididas sobre su cargo. Para Gutiérrez, la exguerrillera de las Farc sigue "mintiéndole al país" sobre lo hecho por el grupo en tiempos de guerra y por tanto rechazó su elección. Mientras que Garzón dijo que "como hecho de paz, es un mensaje para todas las disidencias" que se han reactivado en Colombia tras la firma del acuerdo de paz. El exministro Pinzón indicó que la paz tiene que ser una mezcla entre "equilibrio y balance" y por ende no puede ser que posible, a su modo de ver, que el Congreso tenga a Ramírez en el cargo sin que haya respondido por completo por su pasado en la guerrilla. A manera de reflexión, Nieto finalizó este apartado diciendo que la elección de una desmovilizada debería traer júbilo al país, pero debido a la "mala pedagogía" del acuerdo de paz, se volvió tema de controversia la aspiración política de Ramírez y la bancada del partido Farc.