En diciembre de 2016, el entonces vicepresidente de la República, Germán Vargas Lleras, se vio inmerso en una polémica, luego de que le propinara un coscorrón a un guardaespaldas de su esquema de seguridad, identificado como Ariel Ahumada.
En videos que circularon en ese momento, se aprecia que todo ocurrió en instantes en que el hoy exvicepresidente iba caminando en medio de un aguacero y, sin culpa, el guardaespaldas lo terminó pisando cuando intentaba apartar a unas personas que buscaban saludar al exfuncionario en el municipio de Ciénaga de Oro, Córdoba.
En El Debate de SEMANA, el exvicepresidente, líder natural de Cambio Radical, hizo una inesperada revelación sobre este guardaespaldas. No sin antes recalcar que no buscaba justificar lo hecho ese diciembre de 2016.
Para empezar, Vargas Lleras dijo que él llevaba año y medio pidiéndoles a los uniformados de la Casa Militar que tuvieran prudencia y cuidado con las personas que acudían a los eventos de entrega de viviendas, dado que —según él— no estaba de acuerdo con la manera como ellos procedían con los ciudadanos.
“Cada vez que ingresaba yo a una reunión, encontraba colas de gente a la que ‘recateaban’, a la que le pedían la cédula. Una cosa aterradora. Me parecía a mí un abuso realmente de poder inigualable”, dijo Vargas Lleras en El Debate.
Los dos episodios que comprometieron al guardaespaldas que recibió el coscorrón
En El Debate, Vargas Lleras dijo que el guardaespaldas al que golpeó en la cabeza, pocos días antes del incidente en Córdoba, se había visto inmerso en dos hechos.
“La persona que recibió el coscorrón, dos días antes, había sustraído el carro de la Vicepresidencia sin permiso. Tuvimos una emergencia con mi mujer, que tuvo que ser llevada a la clínica y, ¡oh, sorpresa!, el carro había sido sustraído por esa persona. Pero lo que más lamenté fue algo que en su momento no me creyeron, pero cuyo video ya hoy existe y fue el hecho de que esta persona sacara y golpeara a una señora, a la cual dejó en el piso”, afirmó Vargas Lleras.
Vargas Lleras dijo en El Debate que él no recordaba eso a modo de justificación y que, por el contrario, fue un mal momento que no debió ocurrir.
“No me enorgullezco, y como ustedes bien decían, me ha costado mucho. Pero cómo comparar eso con lo que ve uno ahora. Muchas personas a diario me dicen, ‘no se arrepienta del coscorrón’; las circunstancias del país exigen una persona que pueda darle un coscorrón a la delincuencia, coscorrón a la corrupción, coscorrón a quienes han hecho tanto daño a Colombia. Es un símil, no me lo tomen tan en serio, pero lo escucho con más frecuencia de lo que ustedes piensan”, agregó Vargas Lleras.
Vale recordar que una vez se presentó ese incidente en Córdoba, en otro evento en Ciudad Bolívar, en Bogotá, Vargas Lleras pidió disculpas públicas al guardaespaldas y destacó en —ese momento— que llevaba con él seis años.
“Le quiero pedir públicamente disculpas por un incidente que no debió haber ocurrido, de manera que, acéptemelas, son muy sentidas, no es poco el tiempo que llevamos juntos y reconozco que la tarea de ustedes siempre es vigilar y cuidar de mi seguridad. Lo que no creo es que eso sea incompatible con respetar a la ciudadanía, con no agredirla”, dijo Vargas Lleras en aquel entonces al guardaespaldas, en medio de algunos aplausos.