En el mundo de la política siempre se ha visto un Germán Vargas Lleras con un carácter fuerte, dando la pelea, afrontando las situaciones, dando amplios debates, discutiendo con sus contradictores y generando una imagen de un hombre de mal genio.
Sin embargo, el embarazo de su hija Clemencia Vargas lo hace sonreír y pensar en lo que hará desde el nacimiento de su nieto Agustín, que llegará el mundo en febrero de 2025.
En el programa El debate de SEMANA, dijo que será un abuelo excepcional y que el mal genio quedará únicamente para asuntos de la política porque con Agustín será “cariñoso, consentidor y dedicado”.
Contó que él tiene dos hermanos y que casualmente todos han tenido hijas, por lo que Agustín será el primer hombre que llegue a la familia Vargas y que eso lo llena de mucha ilusión.
Como es habitual, los padres al enterarse de que serán abuelos cambian drásticamente y Vargas Lleras no es la excepción. Evidencia la alegría al hablar del tema y sobre cómo su hija está llevando el embarazo sin problema alguno.
No obstante, contó algo que le pasó a la familia hace algunos meses y que los puso sumamente tristes porque han querido un nuevo integrante de tiempo atrás. “Tuvimos un percance con un embarazo frustrado a principios de este año que nos dejó en la lona, ahora estamos llenos de entusiasmo. Agustín, está creciendo y lo estamos esperando, ansiosos porque llegará en febrero”, aseguró.
Además, recordó que en 1995 tuvo que sacar a su familia del país, incluida su hija Clemencia, por toda la situación de orden público que se vivía en Colombia.
“Me llena de felicidad esto que está pasando porque yo tuve que trasladar a mi familia en el año 1995 al exterior por circunstancias de orden público tremendas. Yo creo que no hay familia en Colombia que no haya pagado un altísimo costo de las circunstancias que hemos vivido por el orden público”.
De hecho, contó que su hija Clemencia le ha reclamado por no haber tenido hermanos, pero que justamente toda esa situación de seguridad fue la que impidió que la familia creciera.
“Me obligaron a que mi familia se fuera al exterior, de manera que toda la vida me he lamentado enormemente que Clemencia no tuviera hermanos, situación que ella misma me reclama. De manera que la llegada de Agustín nos ha regresado la ilusión y la alegría”, dijo el exvicpresidente.
Por esa razón, el líder de Cambio Radical aseguró que ahora tiene muchos más motivos para trabajar por el país, ya que “se piensa en los hijos y en los nietos para que tengan un mejor país”.