Gustavo Petro es orgulloso. Lo reconoció, sin asomo de duda, en SEMANA este miércoles. No obstante, cuando le preguntaron qué opinaba sobre Claudia López, una de sus mayores contradictoras en los últimos meses, sonrió y respondió: “Reconciliación”.

La respuesta no la esperaba la opinión pública. Ni siquiera los precandidatos presidenciales de izquierda que han sido protagonistas e incluso víctimas de los señalamientos recientes de la alcaldesa, pero la palabra la pronunció el líder de las encuestas, el hombre más opcionado a convertirse en presidente en 2022, según los más recientes sondeos de opinión.

Aunque Petro no detalló el por qué de la palabra reconciliación, pareciera que entre él y Claudia López están soplando vientos de acercamientos. Al menos, de parte de él no parece existir un sentimiento de rabia en contra de una mandataria que, en 2018, en la segunda vuelta presidencial, lo respaldó en las elecciones presidenciales en las que Iván Duque resultó triunfador.

Claudia López nunca ha sido amiga de Petro, como él mismo se lo dijo a SEMANA a comienzos de 2021. Fue una especie de aliada política, pero tan pronto la alcaldesa llegó al Palacio del Liévano y empezó a marcar la ruta de su gobierno, el exalcalde de Bogotá se distanció porque consideró que la hoy mandataria era la copia de Enrique Peñalosa, con quien ella trabajó al comienzo de su carrera política, pero con quien hoy no tiene relación alguna. El distanciamiento entre ambos cada vez se fue haciendo más grande con el paso de los días y desde luego el lenguaje fue escalando.

En las marchas del 28 de abril pasado, cuando el país enfrentó una de sus peores crisis porque la ciudadanía salió a las calles a protestar por la fallida reforma tributaria del exministro Alberto Carrasquilla, los dos personajes políticos empezaron a distanciarse aún más. Durante las primeras semanas de las marchas, Claudia López apoyó el clamor de la ciudadanía, pero con el paso de los días, cuando la primera línea se apoderó de gran parte de Bogotá y empañó las cifras de seguridad que la Alcaldía Mayor venía mostrando con orgullo, la dirigente empezó a agudizar el mensaje en contra del petrismo.

Aunque internamente muchos políticos del país, especialmente los de derecha, creían que Gustavo Petro podría estar detrás de los desmanes en Bogotá, Claudia López fue una de las primeras en denunciar de frente que él azuzaba a la juventud.

“Claudia López eres una rastrera de la peor calaña. Te quedó grande la ciudad y descargas las culpas en otros. Mediocre”, le dijo el senador Gustavo Bolívar a la dirigente de los bogotanos, unas palabras de grueso calibre que Petro nunca rechazó.

Las divisiones entre Petro y Claudia llegaron a los estrados judiciales y generaron una división profunda entre la centroizquierda que, incluso, fraccionó a la Alianza Verde, un partido que respaldó a la alcaldesa y en el que ella era un voz importante, pero que últimamente se dividió entre petristas y no petristas y que le costó una precandidatura presidencial en 2022.

Claudia López no se ha referido aún a la palabra reconciliación de Petro, pero sin duda sería un buen mensaje para sus electores y los bogotanos que han quedado en medio de la polarización y los ataques verbales de un lado y del otro. Aunque inicialmente el tema parecía remoto, no lo es.

Petro, por ejemplo, ha venido dando señales de acercamientos con la alcaldesa, como ocurrió esta semana cuando dijo que las lágrimas de la alcaldesa eran sinceras tras presentar un informe que relató lo ocurrido en Bogotá en medio del pasado paro.