El Decreto 444 levantó una polvareda política que en tiempos de coronavirus no le conviene ni al Gobierno ni a los alcaldes y gobernadores, con quienes no fue consultada la norma antes de ser expedida. La defensa y explicación del Gobierno no ha bastado para convencer a todos los mandatarios. En Semana en Vivo, el gobernador del Magdalena, Carlos Caicedo, manifestó su descontento porque aseguró que “pareciera que no se entendiera que la Constitución estableció un ordenamiento territorial” y agregó que “las autoridades territoriales no somos un cuadro puesto en la pared o una figura decorativa”.
“Este modelo centralista trata a los municipios y a los departamentos como si fuéramos menores de edad, como si tuviéramos una condición inferior a los que están en el centro del país; se abrogan todas las decisiones”, dijo el mandatario.
La norma crea el Fondo de Mitigación de Emergencia, Fome, de donde saldrán los recursos para atender la emergencia sanitaria por el coronavirus —seis billones para la salud—. La idea es que, a “título de préstamo”, estos recursos salgan del Fondo de Ahorro y Estabilización (FAE) y del Fondo Nacional de Pensiones de las Entidades Territoriales (Fonpet).
Lo que el Gobierno ha explicado es que las regiones no van a perder ese dinero; por ejemplo, el de las pensiones de 2040, porque la Nación ha demostrado que paga sus deudas y responde, además que no va a dejar sin liquidez a los entes territoriales. “Que se diga que las regiones no estamos perdiendo nada, no es cierto”, asegura el gobernador de Magdalena. La polémica ha girado en torno a que este decreto busca, entre otras cosas, apoyar al sector financiero: “Apoyo de liquidez transitoria al sector financiero a través de transferencia temporal de valores, depósitos a plazo”. Como una manera de explicar a qué se refieren, el Ministerio de Hacienda aseguró que los recursos que se saquen de los dos fondos se priorizarán para el sistema de salud. “Para la provisión de créditos con el objetivo de ayudar a las empresas, el Gobierno ha dispuesto la optimización de los recursos de sus empresas del sector financiero para proveer estos beneficios”, agregó la cartera.
El gobernador de Magdalena planteó que el dinero sea sacado de las reservas que tiene Colombia y no de los fondos de regalías y pensiones. “El país tiene unas reservas que son muy importantes, y nada se dice de ellas, que son del orden de los 53.000 millones de pesos. Si se tomara una porción, un 15 por ciento, serían 30 billones de pesos, de manera que sí habría liquidez”, aseguró. Sin embargo, José Ignacio López, director de investigaciones económicas de Corficolombiana, advirtió que una medida así podría ser peligrosa. “Hay que tener cuidado con unos cocteles de combinaciones políticas que pueden ser peligrosos (…) Salir a vender las reservas —el gobernador dice que es una receta común— no lo es; ninguno de los países serios ahora está vendiendo reservas. También puede ser una señal muy mala, nos puede terminar disparando un dólar a 6.000 u 8.000 pesos, lo cual haría que importar las pruebas contra el virus y los respiradores pueda ser difícil”, explicó.
Para López, es necesario sopesar e ir avanzando por etapas. Primero, empezar con el dinero que el Estado ya tiene; después, evaluar si es necesario endeudar más el país; luego, conseguir con las multilaterales una fuentes más baratas, y, por último, pensar en gastar las reservas. Vea el debate de Semana en Vivo completo: