Sergio Fajardo se ha puesto la camiseta de candidato presidencial para 2022. Da por sentado que Colombia en ese momento elegirá un gobierno alternativo y que encontrará una convergencia, aunque todavía no tiene claro con quién lo hará. Sin embargo, decidió encender motores y defender su puesto en el centro político, justo cuando los senadores Gustavo Petro y Álvaro Uribe se atacan mutuamente: Petro al invitar a la “desobediencia civil” y desconocer a Iván Duque como presidente, y Uribe apelando de nuevo al peligro del castrochavismo.
“Lo que está claro es que no pertenecemos a esos extremos (…) La polarización es cuando se quiere llevar esa discusión a un terreno donde solamente existen dos —usted está conmigo o en contra mía— y ese terreno en el que el país nuestro usted lo acompaña con el populismo (…) lleva a la política del odio, a la rabia, el resentimiento, el deseo de agresión permanente, genera violencia y vivimos en una sociedad de miedo”, explicó Fajardo en SEMANA en vivo.
La pandemia, que al inicio de la cuarentena logró que el presidente Duque llamara a Petro, se ha convertido con el paso de los meses en terreno fértil para las nuevas disputas políticas. Fajardo ha preferido guardar un tono moderado, aunque es enfático en considerar que ni el proyecto político de Petro ni el de Uribe le convienen al país; de hecho, ha dicho que para 2022 el uribismo ya no tendría oportunidad. Esto ha puesto en el tablero de nuevo a los tres actores que en 2018 se la jugaron por la Presidencia y que tienen la mirada en el año 2022. En SEMANA en Vivo, Fajardo reafirmó el que ha sido su discurso: resaltó sus principios de “coherencia y consistencia” y reiteró que sus enfoques de lucha contra la corrupción y la defensa de la educación siguen siendo relevantes y les importa a los colombianos. Trajo a colación la encuesta de Invamer publicada la semana pasada, en la que el 32 % de los encuestados aseguraron que el principal problema del país es la corrupción, el 22 % el desempleo y solo el 12 % el coronavirus. “En el contexto político, la discusión va a ser qué es lo que está pasando con la corrupción y la desigualdad. La pandemia nos ha hecho tangibles esas desigualdades profundas. Si usted mira la encuesta de Gallup la semana pasada, en el sentido de que lo que más molesta a los colombianos es la corrupción. Esto no es charlando, hay una crisis seria. Lo que necesitamos es reconstruir la confianza para poder avanzar”, aseguró Fajardo, quien propone un acuerdo “ético mínimo”. "Todavía no hemos resuelto Odebrecht, pero tenemos que insistir en que la política sea transparente, que no sea de bolsas y tulas", dijo. El excandidato presidencial también le está apostando al enfoque educativo, esta vez haciendo énfasis en que hay que buscar la forma de volver a las clases presenciales, porque el país no está preparado para dar el salto a la virtualidad. “La educación, siempre, en cualquier circunstancia, va a ser el primer paso para la libertad”, dijo Fajardo. Además, Fajardo no considera que la ministra de Educación, María Victoria Angulo, esté acertando. “No, creo que le falta muchísimo, eso que estoy diciendo yo exige una gran cantidad de recursos; por ejemplo, para universidad pública pusieron 97.900 millones de pesos, eso no alcanza. Con cerca de 400.000 millones de pesos se le puede dar no apago de matrícula para los estratos 1, 2, 3 y 4, que son la mayoría de los que están en la educación pública con 400.000 pesos el semestre. Creo que lo que se está haciendo es muy poco para la dimensión de lo que estamos enfrentando”, explicó. Tal como lo explica Carlos Suárez, asesor de marketing político, Fajardo conserva los mismos elementos de su discurso en 2018, como también lo están haciendo Petro y Uribe. "Fajardo hasta ahora no parece haber hecho nada diferente. Y lo mismo pasa con Petro: polarización, caos, etc.; y Uribe con el no al chavismo", dijo a SEMANA.
Ahora bien, la pandemia ha puesto un escenario incierto y que hace más complejo apuntar a un proyecto político cuando falta tanto tiempo para que inicie la campaña en forma. Fajardo considera que ya hay unos temas en los que se tiene que enfocar, como el desempleo y la seguridad alimentaria, muy asociados a las consecuencias de la pandemia. “La discusión política para 2022 va a estar asociada a lo que está pasando en la pandemia. Por ejemplo, con la calamidad social que estamos viviendo con las cifras de desempleo, lo que van a significar las reformas tributarias, pensional y laboral asociadas con la manera como vamos a enfrentar ese fenómeno, las formas como vamos a avanzar en el desarrollo rural, la seguridad alimentaria, la lucha contra el cambio climático, una cantidad de elementos que se tiene que perfilar desde ahora”, dijo el excandidato presidencial. Todos los candidatos que se han lanzado al ruedo, o lo harán, posiblemente tendrán que cambiar la estrategia para conseguir votos. Todavía no es claro si podrán recorrer el país y hablar en plazas públicas, ni escuchar a la gente y a los líderes. Fajardo asegura que será crítico con lo que le parezca que se puede mejorar del manejo de la pandemia, pero que le apostará a construir en vez de destruir, en cualquier escenario en el que deba hacerlo.