Con la llegada de militares estadounidenses a Colombia se reabrió el debate sobre si vienen a luchar contra el narcotráfico o pueden ser una potencial amenaza contra Venezuela, fue el tema central en SEMANA en Vivo. Rodrigo Pardo, excanciller y director editorial de SEMANA, explicó que aunque la llegada de las tropas no parecen ser nada distinto, obedecen a una asesoría —según el Gobierno colombiano y no participarán en operaciones— como parte de cooperación. El contexto en el que se da merece especial cuidado.
“No podemos negar que estamos en un momento complejo, que hace que así sea lo mismo de siempre tiene una connotación distinta, se ve distinto y es distinto. Estamos en un momento en el que las relaciones de Estados Unidos con América Latina son muy peligrosas, el lenguaje que se está utilizando, los planes que se están revelando”, dijo Pardo.
Daniel García-Peña, excomisionado de Paz y excónsul, coincide en que efectivamente los militares vienen a asesorar, pero advierte que todos tienen formación militar, son combatientes, pertenecen a la Brigada de Asistencia a Fuerzas de Seguridad del Comando Sur. Plantea los riesgos que hay en una situación tan crispada, aunque considera que es altamente improbable una invasión a Venezuela en estos momentos. También advierte que la "política exterior de Colombia no se puede volver la política para sacar a Maduro del poder”. “Digamos que son solo 11 (los militares estadounidenses) que van a estar en Catatumbo. ¿Qué tal que en un operativo maten a uno de esos gringos? Eso genera un operativo de rescate. Estamos jugando con fuego”, advirtió García-Peña. Las relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela son prácticamente inexistentes justo en plena pandemia y con un estallido social en Estados Unidos en año electoral. Los dos analistas coinciden en que Colombia debería abrir un canal de diálogo con Maduro, aun cuando reconoce a Guaidó como presidente legítimo, para tratar temas tan trascendentales como el manejo de la pandemia o la seguridad en la frontera.
Rodrigo Pardo recordó que aun en la Guerra Fría existía el teléfono rojo entre Estados Unidos y la Unión Soviética. “El presidente Maduro tiene toda la razón en pedir un diálogo con el presidente de Colombia, hay temas para hablar, hay muchas dificultades, no hablar es un peligro, lo que hay que hacer es lo contrario: es cuando se necesita la diplomacia. Si quieren cerrar embajadas, cierren donde no hay problemas, y abrimos unas más grandes en Venezuela, Cuba, donde hay problemas. Lo que me preocupa es que esta discusión está rodeada de mucha emoción”, advirtió. Por su parte, García-Peña recordó que Guaidó y Maduro, por primera vez, llegaron a un acuerdo para buscar recursos que ayuden a superar la pandemia, así que planteó que el Gobierno colombiano debería hacer lo mismo. “Es una torpeza de Duque no hablar con Maduro, le entregó la frontera a la ilegalidad (...) En estos días hubo un acuerdo entre Guaidó y Maduro para el tema de la covid-19. Si Guaidó se puso de acuerdo con Maduro, ¿por qué Duque no se pone de acuerdo con él para reabrir los consulados, para que nos devuelvan, por ejemplo, las lanchas?”. Restablecer los consulados es vital para poder brindar atención a los colombianos que residen en Venezuela, que se encuentran al otro lado de una frontera que está cerrada y que solo permite un paso humanitario mínimo. Sin embargo, Duque se ha mantenido en su decisión aun en medio de la pandemia.