Hace dos meses Brigitte Baptiste, la rectora de la Universidad EAN, salía de su casa cuando fue abordada por dos personas. Pusieron un arma en su cuello y le robaron el celular y la billetera. Aquel domingo los vecinos persiguieron a los ladrones hasta que los llevaron ante Baptiste para responder. Según cuenta la rectora de la EAN, se trataba de dos menores de edad, tenían 16 años. “Se hizo la gallada, los cogieron, los golpearon y los trajeron hasta la “justicia”, al CAI. Me los presentaron y me dijeron: ‘Qué quiere que hagamos con ellos’, como diciendo autorice o lo que usted diga”, cuenta. Sin embargo, lejos de pedir un castigo a mano propia Baptiste cuenta que sintió tristeza por los menores y los cuestionó para entender por qué estaban robando. “¿Pero qué les pasó? ¿Cómo se les ocurre ponerme un arma en el cuello para robarme? ¿Qué estaban esperando, me hubieran matado?”, les dijo. Los menores le pidieron perdón y aceptaron que cometieron un error. Pese a su mea culpa, Baptiste los denunció formalmente y por tratarse de menores de edad el proceso continuó con el Instituto de Bienestar Familiar, ICBF. Baptiste contó este episodio en medio de una reflexión en Semana en Vivo sobre por qué en Colombia resulta heroico matar. El caso del médico que disparó contra tres presuntos delincuentes en el norte de Bogotá ha desatado un debate en el país sobre la legítima defensa y el uso de las armas. Para entender las implicaciones de lo que ocurre María Jimena Duzán habló con Alejandro Gaviria, rector de Los Andes; Brigitte Baptiste, rectora de EAN, y Juan Carlos Henao, rector del Externado. Los tres panelistas coinciden en que no es heroico matar y que hay problemas estructurales alrededor de la validación de esta idea por una parte de la sociedad. “Es penoso matar, en este instante en particular no es heroico en absoluto porque se interpreta como una "solución", que no soluciona nada. Lo que garantiza es que se reconstruyen las jerarquías, el dominio de unos pocos, se destruye la cooperación y las sinergias que se construyen en una sociedad y por eso pareciera que todos participamos de un acto heroico, pero al final todos somos víctimas”, explica Baptiste.