El primer boletín del Observatorio para el Seguimiento de la Atención de la Emergencia y Reactivación en Bogotá, conformado por la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), la Anif, el Centro de Estudios Económicos, la Cámara de Comercio de Bogotá, Fedesarrollo y ProBogotá Región, evidenció que la estrategia de testeo y rastreo masivo de contagios con covid-19 a través de alianzas con diferentes universidades bogotanas presenta una oportunidad para contrarrestar el virus. De acuerdo con el Observatorio, en la ciudad —con corte al 14 de julio de 2020— se han procesado 7.344 pruebas en promedio diario y existen 34.101 casos activos, lo que conlleva a que en la capital colombiana se realicen 6,3 pruebas por caso positivo. Sin embargo, la medición de este indicador "presenta una oportunidad de aumento con el fin de identificar de manera oportuna a las personas positivas para romper las cadenas de contagio", dice el Observatorio, tal y como ocurre en Singapur, donde se hacen 11,3 pruebas por caso positivo, Corea del Sur con 103 pruebas y Taiwán con 175 pruebas por contagiado.   El boletín emitido por este Observatorio realiza un seguimiento a la línea base en la cual se sistematizan los datos relevantes en materia de salud, empleo y proyecciones económicas de la ciudad, y propone acciones para garantizar el bienestar de los ciudadanos, evitar el crecimiento de los indicadores de pobreza, desempleo y pérdida de empresas en Bogotá y la región.

El hecho fue puesto en conocimiento de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, donde Bruce Mac Master, presidente de la Andi; Mauricio Santamaría, presidente de la Anif; Nicolás Uribe Rueda, presidente del CCB; Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo, y Juan Carlos Pinzón, presidente de ProBogotá Región, le dan cuenta a la mandataria "de los principales indicadores de la covid-19 y a su vez proponen una serie de recomendaciones en materia de política pública que permitan aportar a la atención de la emergencia y a la competitividad empresarial". Le dicen a la alcaldesa que esperan "seguir fortaleciendo el esfuerzo de trabajo público-privado para superar la crisis que hoy enfrentamos y de esta manera avanzar para consolidar a Bogotá como una ciudad incluyente, equitativa y competitiva".

En materia de salud, el Observatorio advierte a López que, debido a la pandemia, los procedimientos quirúrgicos y los tratamientos especiales, como los de las personas que sufren enfermades crónicas, fueron aplazados. Lo anterior como resultado de las personas a ser contagiadas, aplazamiento que podría afectar su pronóstico y aumentar su carga de enfermedad. Para el Observatorio, esta atención no prestada a estos pacientes puede acarrear los siguientes efectos: "i) mayor complejidad al momento de atención; ii) afectación del pronóstico; iii) mayor riesgo en los manejos quirúrgicos; iv) menor efectividad de los manejos médicos; v) mayor mortalidad; vi) incapacidades aumentadas, y vi) costos sociales incrementales y mayor gasto en salud". Hace unos días el Dane reveló las cifras de pobreza multidimensional en el país, que si bien mostró una mejoría en el territorio nacional, en la capital colombiana el caso fue contrario. En 2018 la pobreza multidimensional en Bogotá era del 4,1 por ciento y subió al 7,1 por ciento en 2019; es decir, tuvo un incremento de 3 puntos porcentuales en tan solo un año.

El Dane reveló que las barreras de acceso a la salud fue el indicador que más incidió en la escalada del índice. Un deterioro que corresponde, en parte, a la llegada de 300.000 migrantes vulnerables entre 2018 y 2019. Según el nuevo Observatorio para el Seguimiento de la Atención de la Emergencia y Reactivación en Bogotá "es esperable que la automedicación y el aplazamiento de tratamientos por parte de los habitantes de la ciudad conduzcan a un incremento en el número de personas en pobreza multidimensional en 2020", un dato que no es nada alentador para el progreso que se esperaría en la ciudad capital. Si hasta el momento los indicadores no han sido alentadores, basta con mirar las cifras en materia de empleo para darse cuenta que la situación puede ser aún más difícil. El impacto que ha tenido la pandemia en las diferentes ramas de la economía ha sido negativo y, aún más, en el mercado laboral.  En el trimestre móvil febrero-abril, el número de ocupados disminuyó en 515.000 personas frente al mismo periodo del año anterior, mientras que para el trimestre marzo-mayo la contracción fue de 890.000 comparado con 2019, poniendo en evidencia un desempleo del 19,2 por ciento para este periodo, lo que significó un aumento de 11 puntos porcentuales. Para Fedesarrollo, el promedio de la tasa de desempleo en 2020 se ubicaría entre 19,2 por ciento y 21,5 por ciento, lo que representa un incremento de entre 8,3 puntos porcentuales (pps) y 10,6 pps comparado con la tasa observada en 2019. "De retomar estrategias de confinamiento estricto en lo que resta del año es probable que la tasa de desempleo esté sesgada hacia la cota superior de la estimación", advirtió el Observatorio.