Desde que el pasado 9 de abril se conociera que un interno había fallecido por covid-19 en la cárcel de Villavicencio, se prendiero las alarmas en este centro penitenciario. Días después llegó el segundo y el tercer caso. Era un hecho: el coronavirus había llegado a la cárcel de la capital del Meta. En los siguientes 20 días, la cifra de contagiados ha ido aumentando de manera abrupta y preocupante en este centro carcelario que padece hacinamiento así como de falta de condiciones médicas e higiénicas que prevengan el contagio masivo del virus en su interior.
Son cerca de 1.800 presos que residen ahí a la expectativa de que se tomen medidas urgentes y de que, cuando acaben su pena, puedan regresar a casa sanos y salvos. Como ellos mismos dicen, "no tenemos libertad, pero sí dignidad". Semana Noticias hizo eco de esta denuncia desde el interior de la cárcel. Los mismos internos hicieron la labor de reportería en la que dejaron constancia de las condiciones en las que viven. Entre ellos, los ya contagiados con covid-19.
El hacinamiento es uno de los mayores problemas en las 132 cárceles del país. En este caso, hay una capacidad para 800 internos, según informó el gobernador del Meta, Juan Guillermo Zuluaga, pero son casi mil más los internos que hoy en día lo ocupan. Ellos denunciaron también este problema:
La comida, denuncian, es insuficiente o inadecuada para internos con determinadas enfermedades:
La suma de estas siuaciones, además del temor ser contagiados, ha generado protestas en la cárcel. Desde el pasado 27 de abril algunos entraron en desobediencia pacífica y huelga de hambre.
También la guardia ha denunciado que no han recibido suficientes elementos de bioseguridad por parte de la Uspec, entidad encargada de gestionar y entregar este tipo de material. Ellos han asegurado que han obtenido estos elementos gracias a rifas o donaciones de los vecinos de la ciudad:
Esta situación ha generado indignación entre defensores de derechos humanos en las cárceles, así como el Defensor del Pueblo, que hacen un llamado a que el Gobierno nacional aplique medidas urgentes y efectivas para proteger a estos privados de la libertad.
A pesar de ser esta la cárcel con mayor problemas, el pasado 1 de abril la dirección regional y el director de este centro carcelario dieron la orden de trasladar a 12 internos a diferentes cárceles del país. Esto ha supuesto que en las cárceles La Picota en Bogotá, Guaduas en Cundinamarca, Las Heliconias en Florencia, Picaleña (Ibagué) haya llegado el coronavirus. Las autoridades han establecido medidas para contener la propagación y evitar que salga a las calles de Villavicencio, así como proteger a la población más vulnerable de contagio, remitiéndola al Centro de Detención de Menores El Yarí. Sin embargo, hasta el momento, se no han tomado estas medidas.