Los restos de al menos 23 personas fueron encontrados en el cementerio de El Copey (Cesar). El hallazgo, que se dio por casualidad cuando se buscaba un espacio dentro del cementerio municipal para enterrar a fallecidos por covid-19, generó  sorpresa y, al mismo tiempo, esperanza en muchos copeyanos que durante años se han preguntado dónde están sus familiares desaparecidos.

Alejandro Ramel, magistrado de la JEP explicó en Semana Noticias que desde el 23 de julio tenían conocimiento de que existían los restos de estas 23 personas en el cementerio de El Copey gracias a una alerta que recibió la comisión de juristas y que, de inmediato, se identificó que eran “desaparecidos con motivos de ejecuciones extrajudiciales”. “Por eso dio la orden al alcalde de Copey de que cesaran actividades de la obra y se iniciara el trabajo forense de recuperación de las estructuras óseas”, dijo Ramel. Por su parte, a los copeyanos la noticia los cogió por sorpresa, como explicó en Semana Noticias Jorge Barrios, personero del municipio.  Barrios explicó que dicho cementerio hace parte de un lote que el municipio adquirió a comienzos de los años 90 y que, desde entonces, el cementerio fue acogiendo cuerpos de fallecidos de forma “poco planificada”. “Uno llegando allá se da cuenta de que las bóvedas no tienen una ubicación correcta y que a través del tiempo este municipio, uno de los más golpeados por la violencia por actores de todos los bandos, en el pasado cuando se daban levantamientos de cadáver, en ese sitio, al fondo, se enterraban los cuerpos N.N. aquellos que no tenían identificación pero se hacían sus bóvedas y tenían sus protocolos para esa inhumación”. Sin embargo, la emergencia por la covid dio prioridad a la construcción de este cementerio para poder enterrar a los fallecidos por el virus y dio con el hallazgo de los restos de al menos 23 personas. “No sabemos hasta dónde pueden llegar”, dijo Barrios refiriéndose a qué más puede estar escondiendo el cementerio del municipio.  Ramel aseguró que el paso a seguir es adelantar labores de identificación -que le corresponden a Medicina Legal- y buscar a los autores, ya que, hasta la fecha, se han hecho 250 entrevistas de versiones voluntarias pero este punto no había sido señalado por nadie como una fosa común. Por eso, hasta el momento no solo se desconoce la identidad de los cuerpos, si no de quiénes pudieron haber cometido estas ejecuciones: “Se desconoce si fueron paramilitares, fuerza pública o grupos guerrilleros”, explicó Ramel. El temor es que, tras este hallazgo, se ralentice la identificación de los cuerpos, por eso, el personero solicitó a las autoridades “que nos ayuden a identificar a estas personas para que los familiares, a quien correspondan, descansen y se les quite la angustia que tienen porque desconocen dónde están sus seres queridos”.