“Una persona amorosa, que siempre estuvo pendiente de toda su familia, no solamente de nosotros como padres: amaba a su pareja Paola y a sus hijos, estaba pendiente de la salud de sus tíos, amigos”. Así recuerda hoy Sandra Rojas a su hijo Carlos Nieto, el primer médico fallecido por covid-19 en Colombia.
Carlos, de 33 años, era oriundo de Villavicencio y llegó hace 2 años a Bogotá a cumplir su sueño: ser médico intensivista. Siempre se dedicó a tratar pacientes críticos en la unidad de cuidados intensivos. El pasado 28 de marzo tenía la prueba para su especialización, que se aplazó con motivo de la emergencia sanitaria. No solo las pruebas, también el país parecía paralizarse acorde con todo el planeta con la llegada del temido coronavirus, pero él, como médico, no podía detenerse: su trabajo continuaba y con más énfasis que nunca para ayudar a los pacientes que llegaban con síntomas de covid-19. Todo lo hizo, según narró su madre en conversación en Semana Noticias, tomando precauciones para no contagiar a su esposa, Paola, ni a sus dos hijos pequeños (una de ellas, de un año de edad). “Yo vivía todos los días diciéndole que se cuidara. Él siempre me mandaba fotos para que estuviera estudiando sobre ese virus, para que no lo fuera a coger y se lo contagiara a los niños, vivía muy pendiente de eso”, contó Sandra con nostalgia. Sandra y Carlos, como muchas familias, vivían esta cuarentena separados, a pesar de que él le había propuesto que ella viajara para pasar reunidos el aislamiento. “Pero le dije que no y que esperáramos a que terminara el aislamiento para vernos”, narró Sandra, quien fue paciente de cáncer. La tragedia comenzó a finales de marzo cuando Carlos empezaba a sentir malestar: “fue a la clínica donde trabajaba, lo hidrataron, tenía mucho dolor de cabeza; le tomaron un TAC en la cabeza y después, ese día que se empezó a sentir mal, se salió de la clínica y regresó a la casa”. Según Sandra, días después Carlos se volvió a sentir mal y consultó con un amigo internista. “Temía que fuera covid-19 y se fue para la clínica y lo dejaron hospitalizado”. Lo siguiente que supo Sandra es que el domingo 22 de marzo, cuando en Bogotá se acababa de aplicar el simulacro de cuarentena, fue que su hijo Carlos estaba ingresado en la unidad de cuidados intensivos. Una vez ahí, donde pasó 11 días, se conoció que Carlos había dado positivo para covid-19. “A él no le hicieron la prueba antes”, dijo su madre. Durante ese tiempo, Sandra no pudo acompañar a su hijo en la hospitalización, pero, mediante videollamadas, ella en Villavicencio y él en la UCI, seguían unidos. “Me decía que en esa cama se sentía encerrado y no se hallaba. Le dije que no hablara, que dejara ahí la videollamada y yo lo acompañaba desde la casa”, narró con nostalgia. Sandra, además, se debía a su hijo quien nunca le dejó sola cuando ella padeció cáncer. Este sábado 11 de abril conoció la terrible noticia: Carlos había fallecido. Impactada, y con la ayuda de las autoridades, se desplazó en helicóptero hasta Bogotá para despedir a su hijo. “Cuando lo entraron al cementerio fue muy triste porque nos tocó verlo desde metros; ver cómo lo bajaban. Es muy duro encontrar a tu hijo así, no poder verlo, abrazarlo ni siquiera estar cerca, solamente a metros”, dijo emocionada. Sin embargo, añadió: “me siento muy orgullosa de él, de que haya servido a la gente para ayudar en esta crisis que vive el mundo”, dijo Sandra. Un mensaje, dice, que deben tener presente también los familiares del otro médico fallecido por covid-19 en Colombia, William Gutiérrez, anestesiólogo y jefe de la UCI del Centro Médico del Olaya. “Se deben sentirse muy orgullosos de él porque es una persona que dio su vida por servirle a la humanidad, para ayudar a las personas. Que lo recuerden con amor y que pongan por alto esa profesión. Que siempre le rindan ese homenaje demostrando que ellos han muerto por ayudar”. Asegura que Carlos siempre tenía una sonrisa dibujada en sus labios y vivía pendiente por los demás y, al igual que su hijo, quiso dar a conocer su testimonio pensando en prevenir a otras personas: “para generar más consciencia, la gente debe cuidarse, protegerse y evitar esto”, añadió. Ahora, debe cuidar de su nieto, menor de un año de edad, quien también dio positivo para covonarivus, posiblemente, contagiado por su padre. Sin embargo, Sandra dijo que sabe, por su nuera (ya que ella no puede verlos) que el menor se siente bien.