Tras 16 horas, Aleia, la hija del alcalde de Medellín, Daniel Quintero, salió de cirugía de trasplante de hígado la cual tuvo lugar en el Hospital Pablo Tobón Uribe, en la capital antioqueña. Así lo confirmó el propio mandatario local a través de su cuenta de Twitter, sobre las 10 de la noche de este martes, desde donde también agradeció a las personas los mensajes de solidaridad que recibió por su situación. “Gracias a todos por sus oraciones. Después de 16 horas, acaba de terminar la cirugía de trasplante. En minutos, Aleia pasará a la Unidad de Cuidados Intensivos. Diana está ya en la Unidad de Cuidados Especiales avanzando en su recuperación”, contó Quintero. Horas más temprano, el alcalde había lanzado una seguidilla de trinos en los que relataba cómo había pasado los últimos dos meses, desde que su hija fue diagnosticada con una enfermedad hepática.

Aleia nació hace cinco meses, relató el alcalde. Pero fue diagnosticada hace dos, justo cuando la pandemia comenzaba su etapa crítica en el país y momento en el cual se decretó la cuarentena obligatoria. “Esta es la prueba más dura de nuestras vidas. Dios pone a veces todas las variables en contra para mostrarnos su grandeza. Agradezco a todos quienes nos han enviado su solidaridad y oraciones”, señaló el funcionario el martes en la mañana. El médico Andrés Aguirre, director del Hospital Pablo Tobón, había informado a través de un comunicado que “tenemos a disposición de su atención un equipo multidisciplinario altamente calificado para la realización de dicho procedimiento, conformado por psicología, trabajo social, química farmacéutica, personal de enfermería, equipo quirúrgico: anestesia con formación en trasplante hepático, cirujanos de trasplante de órganos abdominales, hepatólogo y gastroenterólogo pediátrico, instrumentador quirúrgico y equipo de enfermería”.

El trasplante de hígado de donante vivo, agregó el doctor Aguirre, es posible ya que el hígado tiene la capacidad de regenerarse y crecer. “El órgano se regenera aproximadamente entre 6 a 8 semanas. Cuando los cirujanos extraen una parte del hígado del donante, la parte que queda en este vuelve a crecer hasta su tamaño original; mientras que en el receptor el hígado se desarrolla a medida que avanza su proceso de crecimiento”.