El joven de 23 años Andrés Felipe Riaño perdió la vida luego de que el pasado 23 de junio intentó defender a su mamá, Ángela Pedraza, del propietario del local donde tiene su taller de costuras de ropa.

Claudio Pompeyo, propietario del local, le arrendó el predio por 200.000 pesos mensuales a la familia del joven asesinado, pero en menos de seis meses le subió el arriendo a un millón de pesos, lo que generó discordia. Cuando Ángela le reclamó por posible usura, Pompeyo empezó a agredirla a ella y a su hijo de 12 años, cuentan en la denuncia.

Luego de eso, Andrés llegó a intervenir y en medio de la riña, el dueño del local sacó un arma y le disparó, causándole la muerte. Las autoridades lo detuvieron, pero lo insólito del caso es que estando en la estación de Policía de Ciudad Bolívar, Claudio Pompeyo se escapó. Según información de las autoridades, el dueño del local confesó haber cometido el crimen, pero cuando estaba en custodia, pidió permiso para ir al baño y fue ese el instante que aprovechó para fugarse. Este es el hombre:  

La familia del joven asesinado tiene miedo a que ahora que él está libre pueda ir a tomar represalias en contra de ellos. “Como mamá pido justicia para mi hijo (…) el señor Claudio Pompeyo lo asesinó, le dio un disparo en el pecho y anda prófugo de la justicia”, dijo Ángela a Semana Noticias. “La Policía lo capturó y se escapó y hasta hoy no nos han dado ninguna noticia porque lo dejaron escapar”, señaló la mujer entre lágrimas.  El coronel Necton Lincon Borja, comandante operativo de la Policía Metropolitana de Bogotá, indicó que todo el problema arrancó con la intolerancia social y terminó en una desgracia para una familia a la que ahora le tienen que brindar especial protección, debido a que el confeso homicida está en las calles y escondido.

Para la Policía Nacional, la prioridad es recapturar a Claudio Pompeyo, por otra parte, los uniformados de la Policía que custodiaban al hombre tendrán que responder por lo sucedido con una investigación disciplinaria.