Desde el año 2014 María Paulina Ceballos ha defendido su inocencia, pero solo hasta este 6 de abril de 2020 la justicia le da la razón. El juez 30 penal de conocimiento de Bogotá absolvió a la viuda de Fernando Cepeda de estar involucrada en este crimen. El togado aseguró que ella, lejos de armar un complot, fue víctima de uno orquestado por parte de investigadores del CTI y de su madrastra, Silvia Gette, quien sigue rindiendo cuentas a la justicia. Cronología de los hechos Una horrible llamada La pesadilla de María Paulina Ceballos empezó un 22 de agosto de 2003. Esa tarde de viernes recibió una llamada donde le notificaban que su esposo, Fernando César Cepeda, estaba muerto. La llamada salió del hospital San Camilo, en Barranquilla, donde el ganadero de Sabanalarga había llegado sin signos vitales y con una bala en la cabeza víctima de un acto sicarial. El homicidio se dio con los componentes típicos de un acto sicarial: dos sujetos en una moto a plena luz del día se acercan a la altura de su vehículo y, sin mediar palabra, disparan y huyen. No hay rastro, no hay sospecha, no hay robo. María Paulina, hija del fundador de la Universidad Autónoma del Caribe, Mario Ceballos Araújo, quien murió 2 meses después del homicidio de Cepeda, buscaba respuestas ante la Fiscalía. ¿Quién y por qué? Pero, más allá de las especulaciones por paramilitarismo o corrupción, que abundaban en esos años por la Puerta de Oro de Colombia, solo recibía un “no hay nada que hacer”. Los investigadores no encontraban pistas y el caso se iba enfriando. Más de una década pasó sin condenados por este homicidio.Caso Gette: el plan del jugador y el exfuncionario del DAS Dos testimonios que reabren el caso Hasta que en el 2011, 8 años después del homicidio, la Fiscalía, luego del testimonio de dos miembros de las autodefensas, reabrió el suceso. Los hombres revelaron por primera vez un nombre que en la cabeza de María Paulina había rondado: el de Silvia Beatriz Gette Ponce, su madrastra. Gette, quien fungía como rectora de la Universidad Autónoma del Caribe (poder que le otorgó su esposo y padre de María Paulina, Mario Ceballos), habría entregado 150 millones de pesos para cometer el acto sicarial. La exvedette, de origen argentino, pasó de ser la consentida de las páginas sociales a estar en las páginas judiciales y terminó recluida en la cárcel de mujeres El Buen Pastor de Bogotá, por soborno. Pero, ¿por qué habría de mandar a matar al esposo de su hijastra? La respuesta está en un aparente enredo familiar por el control de la Universidad que fundó Ceballos. Al parecer, Fernando Cepeda y Silvia Gette entraron en disputa por estar al frente de esta Universidad, donde ya Gette era rectora, impulsada por su esposo. Silvia Gette, la decana del mal De víctima a viuda negra María Paulina, en medio de su búsqueda por la verdad sobre la muerte de su esposo, recibió en septiembre de 2014, 11 años después, una inesperada notificación de la Fiscalía: el ente acusador le imputaba cargos por fraude procesal, soborno y falso testimonio a dos experamilitares para que testificaran contra Gette. Juez absuelve y condena a exinvestigadora del CTI Durante 6 años, Maria Paulina Ceballos ha defendido su inocencia y hasta este 6 de abril de 2020, la justicia le da la razón. El juez señaló que Martha Lucía Pinilla, exinvestigadora del CTI, habría recibió 80 millones de pesos para favorecer a Silvia Gette y buscar testigos en cárceles de Barranquilla que hablaran de su inocencia y, al tiempo, incriminaran a María Paula Ceballos en este homicidio. La funcionaria, ya apartada del cargo, fue condenada a 6 años y 8 meses de prisión. Ante la noticia, su abogado, Miguel del Río publicó este tweet:
La absolución da un respiro a la María Paulina, pero también un nuevo giro a este crimen que casi cumple 17 años y que, con el tiempo, tiene más preguntas que respuestas.