El 6 de julio se confirmó la muerte de una menor de ocho años de edad que habría decidido quitarse la vida luego de que, según sus padres, les insistiera en querer ir al parque y no se lo permitieran por temor a que se contagiara de covid–19. Los hechos ocurrieron en el municipio de Puerto Guzmán (Putumayo). Así lo informó el coronel Francisco Gelves Alemán, comandante de la Policía en el departamento del Putumayo. “En un hecho lamentable, una niña de ocho años tomó la decisión de quitarse la vida una vez que sus padres le hacen un llamado de atención para no salir a la calle”.
La niña se fue al cuarto y luego de eso los padres se dieron cuenta de lo ocurrido, manifestó el oficial. “La niña decide encerrarse en su cuarto, suspenderse en una cuerda y quitarse la vida”, dijo Gelves. El grupo de investigación criminal está adelantando las investigaciones pertinentes para esclarecer los hechos y validar la información de los padres, en medio de este escenario tan doloroso. La hipótesis del suicidio es la única que existe hasta el momento, señaló el coronel. En la atención de los hechos y los procesos de averiguación hay un equipo interdisciplinario compuesto por la Policía Judicial de Infancia y Adolescencia y la Fiscalía General de la Nación.
Para algunos psicólogos infantiles consultados por SEMANA Noticias es necesario indagar sobre el entorno familiar y sociocultural que la niña vivía. “Es necesario identificar qué era lo que realmente la atormentaba durante el confinamiento”, manifestó la psicóloga infantil Ángela Rodríguez. Otros especialistas, como Constanza Jiménez, psicóloga experta en comportamiento de niños, asegura que si bien es cierto que los menores durante el confinamiento pueden tener picos de desesperanza e incertidumbre, normalmente esto está alimentado por otros factores, como maltrato o decepción en el estudio. Sin embargo, todos coinciden en que un niño de ocho años, si contempla en algún momento quitarse la vida, acude a tomarse algunas sustancias, como medicamentos, venenos, jabones u otros químicos, pero rara vez toman la decisión de suspenderse de una cuerda. “El ahorcamiento es la manera más difícil de quitarse la vida. Necesita planeación y saber realizar nudos perfectos”, dijo Jiménez. Por lo anterior, manifestó que es necesario identificar si la menor tenía acceso a internet, si estaba estudiando o si en algún momento manifestó algún tipo de deseo suicida y por qué, para lograr establecer realmente qué sucedió.