Chipaque, que es conocido como "La puerta al Llano" desde Bogotá, cerró sus fronteras para evitar el contagio con el covid-19; la orden es impedir que vehículos y personas provenientes de la capital colombiana puedan ingresar al casco municipal o las veredas y todo insumo recibido será objeto de revisión por parte de la policía. El mayor problema que enfrenta este municipio cundinamarqués en medio de la pandemia es la vulnerabilidad de sus adultos mayores frente al virus; allí, 1.247 personas superan los 60 años de edad (el 14% de la población) y sus recursos económicos son escasos para lograr mantenerse durante la cuarentena obligatoria decretada por el Gobierno nacional.Camilo Pardo, alcalde municipal, decidió donar todo su sueldo para comprar mercados y elementos de protección para estas personas. Aclaró que dichas ayudas serán únicamente para aquellas personas que no tengan acceso a ningún otro auxilio. “Serán casos muy excepcionales, donde nosotros realizaremos una visita y miremos que realmente la gente lo necesita”, argumentó.En Chipaque ya culminó la entrega del giro de los subsidios de Familias en Acción y Colombia Mayor, pero a pesar de estas ayudas, gran parte de los ancianos de la población no se encuentran en las bases de datos del Estado; Pardo ordenó la realización de un censo de emergencia para solicitarle a la Gobernación de Cundinamarca ayuda frente a estas necesidades.

Respecto a los vendedores ambulantes y los trabajadores independientes, el alcalde reveló que actualmente se diseña un plan de contingencia para buscar recursos económicos que les permitan mantenerse con sus familias en sus hogares, mientras la emergencia causada por el coronavirus es superada. Adicional a este anuncio, la administración municipal prohibió la venta y consumo de bebidas alcohólicas durante la cuarentena. Cabe aclarar que hasta el momento, Chipaque no registra casos confirmados de personas infectadas por coronavirus.