El alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, habló con Vicky en Semana del escándalo de Empresas Municipales de Cali, más conocida como Emcali. En primer lugar, fue la denuncia realizada por el dirigente sindical de Sintraemcali, Jhoni Trejos, quien señaló que un televisor de 55′' Smart LED fue cobrado por 42.897.987 pesos, mientras que en el mercado se encuentra en al menos seis millones de pesos. Asimismo, una silla ergonómica de uso intensivo 24/7 fue reportada por 17.968.474 pesos; una estación de trabajo tipo administrador por 49.327.594 pesos; un teléfono IP para estaciones de trabajo en 1.368.519 pesos. De esta manera, dentro del organismo intentaron justificar gastos mientras se desviaron recursos para cuentas personales.
Vea la entrevista de Vicky en Semana con Jorge Iván Ospina, alcalde de Cali:
“Al sindicato sí se han presentado amenazas, a los dirigentes. No es un tema reciente; el año pasado denunciamos varios procesos de Puerto Mallarino, que tenían con papeles falsos y estaban asociados al cartel que estaba con el tema de MinTIC, unas empresas relacionadas con Emilio Tapia y Centros Poblados”, aseveró Jhoni Trejos a SEMANA. Igualmente, desde Sintraemcali denunciaron un contrato de 30 mil millones de pesos que tenía que ver con el plan maestro de acueducto y el futuro del agua para los caleños a tres décadas, lo mismo, con documentos falsos.
En medio de las denuncias de despilfarro y hurto del capital de la compañía con los elementos citados, la Contraloría anunció las pesquisas correspondientes. Por eso, el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, se pronunció. Según dijo, cuando él supo lo de los televisores convocó a una reunión. “Cité de urgencia a una reunión en mi despacho y dos horas después se había solicitado la renuncia del gerente y de los principales gerentes de Emcali porque, además, las explicaciones que me suministraron en el espacio no fueron las suficientes para la complejidad y delicado del asunto”, aseguró.
Cuando se le preguntó por el gerente de Emcali, Juan Diego Flórez, hoy ya exgerente, el alcalde de Cali aseguró que trabajó con él en el pasado y fue un “funcionario brillante” al tiempo que aseguró que espera el resultado de las pesquisas, sobre el presunto despilfarro, y por eso no tira un “ancla” para hundirse con él. “De todas maneras, los procesos evolucionan (...), o sea, no me tiro con un ancla al fondo del Océano en relación a los asuntos. Además, debo decir que yo lo he postulado y que estuvo conmigo en la anterior administración y fue un hombre brillante en los desarrollos que tuvo a su cargo”, aseguró.
En seguida, se le consultó por qué lo despidió si lo respalda. Y respondió: “Noté en sus respuestas a la radio cierta arrogancia. Esa arrogancia yupi me molestó sustancialmente porque deben cuidarse las monedas. Los pesos se cuidan solos”.
Ospina también aseguró que sí se aterró cuando supo que fueron facturados a ese monto y aceptó que siente cierta responsabilidad tras lo ocurrido, pero no por ello renunciará al cargo. Por ahora, la Contraloría General de la República anunció que tomará decisiones luego de escuchar las respectivas denuncias y quejas al respecto. “El contralor precisó que, con base en las denuncias que se reciban, revisará qué actuaciones adelantó la Contraloría de Cali, pidiéndole las explicaciones del caso. Del mismo modo, una vez haya concluido las investigaciones que inicia ahora la CGR, desplazando de su competencia a la Contraloría de Cali, convocará una nueva audiencia Pública para presentar los resultados correspondientes”, señaló el ente fiscal.
Al margen de las pesquisas, el gerente encargado de Empresas Municipales de Cali (Emcali), Fulvio Leonardo Soto, habló del contrato del escándalo entre la empresa de servicios públicos de la capital del Valle y la Unión Temporal AMI. Lo hizo durante una audiencia pública adelantada en Cali. Supuestamente, los televisores de 43 millones de pesos que se iban a adquirir no son comunes, se trataban de monitores industriales para una sala de medición inteligente en el marco de un proyecto de medición inteligente de energía que evitaría pérdidas por más de 40 millones de pesos anuales. “No es un televisor, es un monitor industrial para un centro de medición. No es un televisor de 55 pulgadas como el que compramos para ver Netflix, ni más faltaba. Es un monitor industrial”, explicó el gerente.
El funcionario dijo que dichas cotizaciones, incluso en la estructuración técnica, vienen del año 2019 y que así que no se está incrementado ningún costo. En cuanto a las sillas que aparecen en el contrato por al menos 17 millones de pesos, indicó que no son de las comunes. “Las sillas tienen una ergonomía diferente con base en todo lo que han pedido las autoridades internas para el mejoramiento de las condiciones de los empleados que estarán en ese centro de medición”, dijo.
Igualmente, Soto indicó que el error en toda la polémica que se ha generado no son los costos, sino las especificaciones que debía llevar el contrato, lo que hubiera evitado todo lo que está ocurriendo.