Ángelo Schiavenato, ciudadano colombiano que denunció ser víctima de unos asaltantes en Bogotá, habló con Vicky en Semana. Lo hizo luego de que él decidiera tomar justicia por cuenta propia y arrollar con su BMW a dos sujetos que, previamente, lo asaltaron y se llevaron consigo un reloj, cuyo monto es de 40 millones de pesos. Aparte, los delincuentes dispararon contra el vehículo sin importar la integridad de quien o quienes pudieran ir adentro del mismo.
Los hechos tuvieron lugar el sábado anterior en la carrera 5 con calle 71, en Bogotá, y allí el ciudadano decidió arrollarlos. En su entrevista, el ciudadano, de 28 años de edad, sostuvo que “los descarados” le hurtaron, le apuntaron con un arma y tuvieron el atrevimiento de volver a pasar cerca y fue ahí cuando él procedió. “Les salió general”, dicen en Colombia. Posteriormente, dijo, los delincuentes le dijeron que eran de bajos recursos, que “salían mañana” de nuevo a la libertad, pero se encontraron con que asaltaron a un abogado con dos especializaciones, dos máster y todo el poder legal para hacerlos pagar en prisión. “Me dijeron que les dio susto que yo estuviera tan tranquilo y creo que por eso dispararon”, explicó. “Mi papá es abogado y mi mamá es juez. Ambos penalistas”, acotó.
“Yo dirijo a una firma de abogados que tiene sede aquí y en Miami (Estados Unidos). Yo recogía a uno de mis asistentes, que es el doctor José Antonio Araújo, veníamos por la circunvalar porque había programado un almuerzo con todos mis abogados en un restaurante que suelo frecuentar en la zona G, y cuando estaba cambiando el semáforo a verde, me abordaron por la parte izquierda, en la quinta con 72, dos sujetos en una moto. El parrillero me apuntó con un revólver y me dijo que me iba a matar, que le diera mi reloj, dos celulares y una cadena. Yo con toda la tranquilidad les entregué las cosas y ellos quedaron blancos porque estábamos absolutamente tranquilos. Me dijeron que arrancara otra vez o me mataban y yo obedecí. Después volvieron a pasar y se pusieron a la derecha frente al carro, el parrillero se voltea, apunta con el revólver y dispara. Apenas dispara yo aceleré mi carro para embestirlos”, narró.
Vea la entrevista con Ángelo Schiavenato:
“No sé cómo lograron levantarse y salir corriendo. El AirBag me estalló, el carro estaba sin techo y ellos siguieron disparando. Yo salí del carro y por adrenalina me fui a perseguirlos. Llegó la policía y en una labor excelente los capturaron”, agregó. “Yo no me descaché, los arrollé de frente y no sé cómo lograron levantarse. Y fueron descarados al decir que iban a salir y yo les expliqué que como abogado penalista no lo iba a permitir. Pensaron que yo era un niño rico y ya. Están presos”, sostuvo.
Según dijo, él ya se encargó de legalización de captura, imputación y medida de aseguramiento, pese a que los delincuentes llamaron a un abogado de confianza que llegó desde Medellín. Ese letrado, dijo Schiavenato, pretendió bajarle el tono a lo sucedido. “Si todo sale bien, tendrían que imputarlos por hurto agravado y calificado con circunstancias de mayor punibilidad y eso que la Fiscalía no quiso imputar lesiones personales y daño en bien ajeno”, agregó.
Ángelo Schiavenato agregó que el arma con el que ellos dispararon, se demostró, no tenía la capacidad de causar daño y por ello no fueron procesados por tentativa de homicidio. “Utilizaron un arma que no tiene la capacidad de matar”, agregó. “Era un arma traumática que no tenía la capacidad de causar la muerte”, aseveró.
“Me quitaron este reloj Cartier, un iPhone 13 pro, otro celular y mi cadena. Este ‘abogaducho’ de ellos dijo que no hubo hurto porque recuperé mis bienes. Es jurisprudencia vieja”, agregó, no sin antes insistir en que hará todo lo que tenga a su alcance para que los delincuentes no recuperen su libertad y reiterar que seguirá utilizando sus bienes materiales en cualquier lugar de Bogotá. “Estos bandidos están en la cárcel”, aseveró.