El senador Armando Benedetti habló con Vicky en SEMANA luego de presentarse ante la Fiscalía General de la Nación en la sede de Barranquilla. El congresista publicó en su cuenta en Twitter mensajes que señalaban que se venía una orden de captura en su contra y, por ende, en su calidad de legislador, se sometía a consideración de la Corte Suprema de Justicia.

“Hay una orden de captura en mi contra, me dicen varias personas influyentes de este país. Es injusto, no he tenido garantías, pero seguiré confiando en las instituciones. Me dirijo a la @FiscaliaCol en Barranquilla para ponerme a disposición de la @CorteSupremaJ”, dijo el congresista en un mensaje inicial.

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“La @PGN_COL dice que el informe con el que me llamaron a indagatoria, que no es un dictamen, tiene fallas estructurales como no tener en cuenta los préstamos, las cesantías, etc. No hay un testigo, no hay una sola prueba, solo conjeturas de los investigadores”, publico el senador Armando Benedetti en un mensaje posterior. “Como no le debo nada a nadie y confío en las instituciones, muchos me dijeron que esto iba a pasar, así que vengo tranquilo a presentarme a las autoridades para confirmar dicha información. ¡Él que nada debe nada teme!”, indicó, aunque no fue detenido porque se trató de una versión infundada.

En diálogo con Vicky en SEMANA, el senador Armando Benedetti dijo que –incluso– se despidió de su familia. “Recibí una llamada de una persona muy importante, ayer a eso de las 3 de la tarde. Y hoy otras llamadas de dos personas muy importantes y me decían lo mismo. A la próxima, si me van a coger preso, me llaman y me voy para allá”, aseveró.

“Nadie ha hecho lo que yo he hecho y es que si cree que lo van a coger preso, va hasta allá”, aseguró el senador, sobre quien pesa una investigación por presunto enriquecimiento ilícito. Según dijo el congresista, su accionar no constituyó un show porque su familia estuvo orando y llorando ante las versiones de que él sería puesto tras las rejas.

“Yo no me estoy entregando porque nadie me está requiriendo, hasta donde yo sé, oficialmente”, agregó el congresista. “Aquí estoy”, agregó. “El que se entrega es porque es condenado y, repito, todos los medios de comunicación me han llamado a decirme que hay una orden de captura y ante eso voy y me presento”, aseveró.

Cuando llegó ante el ente acusador, en la sede de la capital del Atlántico, el congresista aseguró que le dijeron que no había efectiva una orden de captura en su contra. Particularmente, explicó el senador, lo investigan por presunto enriquecimiento ilícito con 3.000 millones de pesos alcanzados en 15 años. Sobre el particular, el congresista señaló que dichos señalamientos están mal hechos porque él ha realizado movimientos financieros legales. “No le debo nada”, aseveró.

En este caso, las dudas o sospechas de la Corte surgen en la declaración de renta que realizó el parlamentario ante la DIAN, donde deja claro que su única actividad económica y sus recursos provienen solo de su labor como senador y, al cruzarlos con sus gastos, inversiones, compras y lujos en sus tarjetas de crédito, las cuentas no cuadrarían.

“¿Hay una prueba? No la hay”, agregó el senador, al insistir que presentarse ante la justicia no constituye un ‘show’ y señalar que no hay pruebas de que haya incurrido en enriquecimiento ilícito. Cristina Lombana, magistrada de la Corte Suprema de la Sala de Instrucción, lo citó a indagatoria por estos hechos. “El error del informe es que no me tuvieron en cuenta los préstamos que he hecho a los bancos por 840 millones de pesos, las cesantías que he recibido de esos 18 años de 374 millones de pesos, los préstamos a otras personas de 775 millones de pesos; 706 millones de pesos de reposición de votos y el arriendo de una propiedad de 120 millones. Yo formo parte del fondo de trabajadores del Congreso por 40 millones de pesos. Todo eso te da 3.800 millones de pesos”.