Edy Fonseca, vigilante de un edificio residencial del barrio Rosales, en el norte de Bogotá, contó en Vicky en Semana que la obligaron a quedarse a vivir en el lugar de trabajo.

La mujer, que trabajaba en el edificio Luz Marina, ubicado en el barrio Rosales aseguró que pasó un mes viviendo en el sótano con su propio colchón, luego de que despidieran a los dos otros vigilantes con los que compartía el trabajo. Sólo logró salir en ambulancia cuando sufrió parálisis facial y estuvo al borde de un coma diabético. “El presidente del consejo, Oscar Osorio, bajó un sofá y me dijo que me quedara ahí”, aseguró. Fonseca dijo que no le daban permiso de nada, a pesar de que en más de una ocasión lo solicitó para ir a ver a su familia. El 13 de abril, incluso, pidió que la dejaran ir a su casa y prometió que volvería de inmediato, pero no tuvo éxito. Por su parte, Leidy Medina, hija de Fonseca, habló sobre lo que vivió la familia mientras que su madre estaba confinada en el edificio ubicado Rosales. “Nunca nos habíamos separado. Teníamos poca comunicación cuando ella estaba allá. A veces la saludaba y cortábamos rápido porque no la dejaban hablar casi”. Relató también el temor que sintieron en esos días, “estábamos muy preocupados por ella, tratando de acompañarla”.

Asimismo, Nixon Forero, abogado de la celadora, confirmó que ya se formuló una denuncia penal en la Fiscalía General de la Nación por los daños causados a esta trabajadora y por constreñimiento. “Siendo un caso específico y atípico, debo reconocer que hay un interés por parte del Gaula y la Fiscalía”, explicó el abogado e, incluso, dijo que las autoridades plantean la posibilidad de que se enmarque en el delito de secuestro.  No obstante, aclaró que en este caso no se denuncia como tal pues la ciudadana Fonseca “podía controlar la puerta y, si quisiera, se hubiera ido. Pero ha llamado la atención en el Gaula y en la Fiscalía, al punto que se está pensando que existió una violencia psicológica para lograr la detención. Es necesario que la Fiscalía revise los hechos y establezca si hubo secuestro o no".

En el mismo sentido, el abogado añadió que en la tarde de este mismo viernes, se radicará una denuncia ante el Ministerio de Trabajo y otra ante la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada. “A un vigilante no se lo puede contratar de forma independiente, sino que tiene que ser por una empresa, pero vemos que en ese edificio estaban tratando de ahorrar gastos de ese tipo. Ese conjunto ya tiene un investigación por estar trastocando esas normas”, informó Forero. El abogado, además, afirmó que el senador de Cambio Radical, Germán Varón Cotrino, tiene un apartamento allí. Incluso, agregó, que Varón hace parte de la Asamblea del edificio en representación de sus padres y que él mismo conocía la situación por la que estaba atravesando Edy Fonseca. “Uno de los copropietarios llamó a Edy y la puso en altavoz. Ella expuso su situación diciendo que tenía parálisis facial y que le había dado el coma diabético. Es así como la administradora, el gerente del edifico y el senador, una persona ilustrada, sugirieron que el tema de Edy se podía manejar en otra sesión de la Asamblea y que la tenían que llamar a rendir descargos sobre por qué abandonó el edificio”. A propósito, el senador Cotrino se defendió diciendo que no es dueño de ningún apartamento allí, sino sus padres, y que por eso necesitaba conocer la historia completa para saber cómo actuar. “Yo soy el primero que digo que me parece inaudito que a alguien le violen sus derechos humanos, pero no tengo la legitimidad ni soy representante legal porque no soy propietario. Mal haría yo en ir a poner una denuncia sin tener todo el conocimiento. Sin tener la representación, pues no lo iba a hacer”, dijo.

Además, el congresista dijo que a la señora Fonseca sí le permitieron salir el 8 y el 9 de abril, a lo que ella respondió que tenía pruebas de que no le habían dado los permisos respectivos. Frente a toda la polémica, Leidy Medina, hija de Fonseca, hizo un llamado a las autoridades. “Pido que se haga justicia. El tiempo que mi mamá trabajó allá era cumplida, madrugaba antes de tiempo. Salía antes de las 3:00 a.m. buscando peligro para que ahora ellos ahora se laven las manos. Pido justicia”, reclamó. Eso mismo hizo Edy Fonseca, quien afirmó que se trataba de una injusticia. “Yo necesito mi trabajo, pero de igual forma, yo allá no vuelvo”, aseguró.