El reconocido médico Carlos Jaramillo habló con Vicky en Semana. Lo hizo en medio de la conmoción nacional porque la médica Catalina Gutiérrez Zuluaga, en el marco de su proceso de residencia y especialización en la Universidad Javeriana, se quitó la vida y dejó unos escritos argumentando malos tratos y toda suerte de anomalías en el proceso de su formación.
Por cuenta de esta situación, la Universidad Javeriana publicó un comunicado, al tiempo que surgieron decenas de relatos de médicos que dan fe de los malos tratos y empezaron a contarlos. Uno de ellos fue el reconocido galeno Carlos Jaramillo quien, en Vicky en Semana, entregó su relato.
“Hay un exceso de trabajo, un exceso de horarios, si no ha desayunado, no ha comido, nada es tenido en cuenta. Allá es la cosa de como ‘esto se resiste, esto forja el carácter’, acaban con la integridad de muchas personas. Todos, cuando estamos en los primeros años de residencia, pasamos esto y todos decimos que no vamos a caer en eso y terminamos en eso”, aseguró.
Vea la entrevista completa con el doctor Carlos Jaramillo:
“Tener que hacer turnos de castigo. ¿Por qué me tienen que castigar si estoy pagando por aprender? Yo venía siendo un médico exitoso, y ante todo feliz, y que viniera mi compañero de residencia, que si ya me había tomado mi pastilla de la depresión. ¿Por qué violaron el secreto profesional?”, se preguntó.
“Todo mundo se retira por maltrato. Me pueden señalar y tildar como quieran, el problema es que no soy el único. En este caso de esta doctora (que se quitó la vida) se ha querido minimizar, se trata de normalizar porque es lo que se ha querido siempre, decir que ‘a estos niñitos no se les puede decir nada, generación de cristal’. Que no se les olvide que se está pagando para que les enseñen”, agregó el galeno. “Esto es un tema de cultura de decir que no se acepta el irrespeto. Es un estudiante que está pagando para que le enseñen de forma rigurosa, pero respetuosa”, agregó Jaramillo.
“Yo pedí un retiro por un tiempo y volví como a los dos meses. Fui al psiquiatra, me tomé la pepa. Que terminé con un diagnóstico de depresión mayor, sí. Con mucho miedo, con mucha incertidumbre, volví. Un día hubo una urgencia y el profesor se demoró en llegar y yo hice el procedimiento solo. El profesor era amigo mío y me dijo que no estaba de acuerdo. Años después me contó que recibió órdenes de presionarme a mi regreso, me puso turnos todos los festivos, me puso las tareas. Y yo dije: ‘Yo no quiero eso’. No pude más, luego me ofrecieron dos residencias, una en un hospital en Colombia y otro en Estados Unidos y dije que no”, agregó el médico.
“Odiaba mi vida. Entrar a hacer especialización es muy, muy, muy difícil”, señaló, al decir que es complejo por la capacidad económica y rigor de la especialización. Jaramillo también explicó que existen los “residentes chicos”, los que deben aguantar toda suerte de insultos durante dos años, y los “residentes grandes”, aquellos que duran cuatro años preparándose como médicos especialistas en diversas disciplinas.
“Es un gremio donde pasa mucho, desafortunadamente”, agregó Jaramillo al sostener que los maltratos se hicieron públicos por lo ocurrido en la Universidad Javeriana, pero señalar que pasa en otros claustros.
Según el médico colombiano, muchas veces los residentes hacen el trabajo solos, por ejemplo, atender citas médicas, porque los médicos no aparecen. El asunto, dijo, es que los galenos les dicen que “mucho cuidadito” con dejar en evidencia su ausencia, so pena de consecuencias.
“Después de que conté lo que conté, paré y lloré por media hora solo. Es una situación muy difícil. Todos los que un día fuimos residentes, todos fuimos maltratados”, aseveró.
El galeno dijo que estuvo año y medio y le restaron dos años y medio para ser médico cirujano, tiempo durante el cual hizo cirugías de diversas características. “Esto es una residencia, no una resistencia”, puntualizó.
El comunicado de la Universidad Javeriana:
21 de julio de 2024. Frente a la triste noticia del fallecimiento de nuestra residente de cirugía, Catalina Gutiérrez Zuluaga, queremos expresar desde el fondo de nuestro corazón condolencias a su familia, amigos, compañeros y profesores.
Con prudencia y respeto hemos desarrollado algunas acciones para acompañar a sus seres queridos en estos difíciles momentos. Es un acontecimiento muy duro para nuestra comunidad educativa, que nos llama a reflexionar profundamente, y con humildad, sobre la cultura y los modos de proceder en la formación de nuestros médicos especialistas.
Si bien se han desarrollado estrategias en este sentido, somos conscientes de que debemos fortalecer nuestro trabajo en el cuidado de nuestros estudiantes, profesores y pacientes. Queremos pedir a la comunidad el mayor cuidado y respeto en el uso de la palabra en estos momentos de vulnerabilidad y tristeza de nuestra comunidad educativa.
Durante la semana que inicia se adelantarán reuniones con profesores, espacios de diálogo con residentes de diferentes especialidades y se acompañará dicho proceso amplio de conversación con el apoyo de la Vicerrectoría del Medio, para establecer la mejor ruta de acción. La Universidad revisará e indagará sobre la existencia de situaciones que no estén en línea con nuestro modo de proceder y tomará las medidas que sean necesarias para garantizar el bienestar de la Comunidad Javeriana.
Sabemos que la formación médica es retadora y desafiante y que en algunos casos implica mucho estrés y presión por las responsabilidades que conlleva, por ello, escucharemos y revisaremos todo lo que la comunidad pueda aportar y sugerir para seguir implementando todas las medidas que correspondan como Facultad y como Universidad.