S&P Global Ratings decidió el miércoles rebajar la calificación de Colombia desde BBB- hasta BB+, haciendo que el país pierda su grado de inversión para una de las tres agencias calificadoras más relevantes del mundo.

Los países con grado de inversión son más confiables para que las entidades multilaterales les presten dinero, así como más estables para que lleguen inversionistas internacionales. Además, al ser naciones con estabilidad y confiabilidad, las tasas de interés a las que les prestan recursos en grado de inversión son mucho más bajas que las de los países con grado especulativo.

Al respecto, el senador del Partido Conservador David Barguil dijo que la rebaja en la calificación va a hacer que más recursos públicos se vayan para pagar la deuda de la Nación.

“Tocará tomar recursos del presupuesto, recursos que se podrían usar para colegios, vías, Ingreso Solidario y demás, y destinarlos al servicio de la deuda porque se nos va a encarecer”, dijo Barguil.

De igual manera, el director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, resaltó que si aumentan las tasas de interés de la deuda de Colombia, el país no podrá destinar tantos recursos para iniciativas y políticas públicas.

“Los mayores intereses implica que una menor proporción de bienes públicos se va a poder destinar a las políticas públicas”, dijo Mejía.

Por su parte, el exministro de Desarrollo, Eduardo Pizano, explicó que los inversionistas internacionales pueden dejar de llegar a Colombia por la pérdida del grado de inversión.

“El mensaje de que Colombia pierde el grado de inversión prácticamente veta a los inversionistas extranjeros a que lleguen al país”, dijo Pizano.

Ahora bien, hay que mencionar que un incremento en las tasas de interés de la deuda de Colombia también impactan las tasas de interés de los distintos productos financieros como los créditos hipotecarios o de consumo, lo cual hace que el endeudamiento de las empresas y personas también aumente.

“La subida de las tasas de interés de la deuda se desplaza a todos los agentes de la economía como las empresas y personas naturales. Esto, a fin de cuentas, hace que el costo del endeudamientos suba”, dijo el director de Fedesarrollo.

¿Qué hacer ahora?

Si bien Colombia ya no tiene el grado de inversión por parte de S&P, el país aún mantiene su calificación en las otras dos calificadoras de peso que son Fitch Ratings y Moody’s Investors Service. En caso tal de que una de las otras dos calificadoras rebaje la nota de Colombia, ahí sí el país perdería del todo su grado de inversión.

Para evitar que esto suceda, las calificadoras están pendientes del plan de ajuste fiscal que vaya a implementar el Gobierno por medio de una nueva reforma tributaria. Al respecto, el Ministerio de Hacienda ha dicho que la nueva reforma buscará recaudar entre $13 y $14 billones.

“Un tema de fondo sobre el tema tributario es ver si las medidas se van a tomar de forma permanente o transitoria. Las medidas de los $13 o $14 billones deben ser permanentes, porque si son transitorios no van a ser suficientes para mantener el grado de inversión”, dijo Luis Fernando Mejía.

De igual manera, el exministro Pizano dijo que la prioridad del país es fiscal, razón por la cual se deben tomar medidas al respecto.

“Una reforma de $12 o $13 billones va a ser positiva, tiene la parte negativa que encarece los gastos a las empresas y eso puede generar menos empleo. Sin embargo, el país tiene que priorizar su problema y el problema ahora es fiscal”, dijo Eduardo Pizano.

Para el senador David Barguil, si bien la reforma es importante, el país le debería apostar al crecimiento económico para disminuir el endeudamiento y estabilizar las cuentas fiscales.

“La mejor reforma tributaria que puede haber es el crecimiento económico porque un mayor crecimiento significa que a la gente le está yendo mejor y así vamos reduciendo el endeudamiento”, dijo Barguil.

Riesgos para el nuevo Gobierno

Una de las preocupaciones para los expertos es que la crisis social que vive Colombia en este momento puede desencadenar en que un gobierno populista llegue al poder en 2022.

“La pregunta que nos hacemos es si esta crisis va a abrir la puerta para que llegue el populismo ya sea de izquierda o de derecha. Ya hemos visto el efecto del populismo de ambos sectores en la región con ejemplos como Venezuela, Argentina y Brasil”, dijo el director de Fedesarrollo.

Teniendo en cuenta que el senador Gustavo Petro lleva la delantera en las encuestas presidenciales, el exministro Pizano cree que si Petro llegara al poder podría o “acabarse el país” o simplemente seguir como está.

“Con Petro puede pasar que el país se vaya para el caos, o puede ser que se apacigüe como lo hacen varios líderes de izquierda cuando llegan al poder. Lo bueno es que, si bien aún falta, la institucionalidad en Colombia existe y eso hace que el riesgo sea menor”, dijo Pizano.

Por su parte, Barguil cree que es necesario que se hagan cambios estructurales en la sociedad y economía colombiana, pero siempre apuntando a la estabilidad y el bienestar colectivo.

“Acá lo que nos corresponde es mirar cómo hacer los cambios necesarios con medidas y propuestas sostenibles, pero mostrando cambios en el modelo económico que genere una mayor redistribución de los recursos y combata la inequidad”, dijo Barguil.