El director del Centro Nacional de Memoria Histórica, Darío Acevedo, le presentó al presidente Iván Duque su renuncia. Dijo que estará en este cargo hasta el próximo 6 de agosto, es decir, un día antes de la posesión de Gustavo Petro.
“Ha sido para mí un honor acompañar a su Gobierno y servir a nuestro país desde la Dirección del Centro Nacional de Memoria Histórica”, le agradeció Acevedo al presidente Iván Duque, no sin antes destacarle que durante su mandato se “le ha cumplido ampliamente a las víctimas plurales y diversas de la confrontación bélica”.
En Vicky en Semana, Acevedo reveló los motivos de su renuncia y a su vez recalcó que se va tranquilo por su labor en el Centro Nacional de Memoria Histórica.
De acuerdo con Acevedo, en estos momentos en el Centro Nacional de Memoria Histórica ya están en trabajos de empalme con la comisión que nombró el presidente electo Gustavo Petro. “Hemos realizado dos reuniones en términos muy cordiales, muy respetuosas”, dijo.
Sobre su renuncia, fue enfático en decir: “el cargo de director general de esta institución depende del presidente de la República, sea quién sea. Y como la confianza a mí me la depositó el presidente Iván Duque, me parece que es correcto haberle presentado la renuncia a él. Estamos facilitándole las cosas a la nueva administración, a quienes van a llegar a remplazarnos”.
Al ser consultado sobre si su renuncia estaba relacionado con la llegada del Gobierno Petro a partir del próximo 7 de agosto, Acevedo aseguró que nada tenía qué ver con ello y que, por el contrario, dio un paso al costado porque era algo que tenía en sus planes, considerando que ya ha cumplido con el Centro Nacional de Memoria Histórica.
“Yo ya tenía en mis planes retirarme en esta fecha, en razón de ya haber cumplido una jornada larga, extensa, dura, difícil de realizaciones, y también buscando un reposo, un descanso”, reveló en Vicky en Semana.
Respecto al tiempo como director del Centro Nacional de Memoria Histórica, señaló que lo más duro mientras estuvo en el cargo fue la campaña adversa, de desprestigio y persecución por parte de algunos sectores y/o personalidades de la vida política, los cuales ―dijo― crearon un ambiente de zozobra y desconfianza sobre él, y pusieron en duda sus capacidades, idoneidad, transparencia, honradez y buen nombre.
“Eso se ha mantenido con altas y bajas hasta el presente. Incluso, hoy en redes se puede observar cómo a raíz de mi renuncia hay muchos mensajes de odio, rencores; pero yo no me quedé pegado de esa situación y traté de ir avanzando en las tareas que nos correspondían a lo largo de este periodo y con dificultades normales de todo proceso complejo. Es que atender a nueve millones doscientas mil víctimas, todo lo que tiene qué ver con la memoria, las discusiones sobre el conflicto armado, las tareas misionales, los retos, todo se hace difícil, pero lo hicimos con mucha tranquilidad”, señaló Darío Acevedo en Vicky en Semana.
Al ser consultado sobre quién estuvo detrás de esa ‘campaña negra’ en su contra, tal como lo mencionó anteriormente, Acevedo dijo que no quería personalizar ya terminando su mandato al frente del Centro Nacional de Memoria Histórica y, que por el contrario, quería “salir tranquilo”.
“No quiero entrar a pelear o a controvertir a nadie en particular. Hay algunas cosas que están pendientes con la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), porque hubo personas que trasladaron el debate a las instancias judiciales, entonces ahí estamos respondiendo, ante la JEP, y ante cualquier organismo que quiera, encuentre, realice hallazgos de alguna naturaleza de parte de mi equipo. De parte mía estaremos prestos a atender todos los requerimientos que hagan las instancias respectivas de control”, mencionó Acevedo.