Antonio Úsuga, alias Otoniel, máximo jefe del Clan del Golfo, fue capturado el pasado sábado 23 de octubre de 2021 por las autoridades colombianas en medio de un fuerte operativo denominado Osiris.
“Yo soy Otoniel, no me maten, no me maten. Respéteme la vida”, fueron las primeras palabras que musitó el capo una vez fue capturado y por quien las autoridades en Estados Unidos ofrecieron en su momento hasta 5 millones de dólares.
En Vicky en Semana, el general Jorge Luis Vargas, director de la Policía Nacional, reveló detalles sobre el operativo que permitió la captura del peligroso narcotraficante.
“Hay una reconstrucción que hicimos, inclusive, con psicólogos de la Policía Nacional de inteligencia desde hace ya varios años para determinar su perfil en términos de conocer su carácter, su comportamiento. Hablamos con varios médicos, porque en algún momento sabíamos de la droga que estaba tomando y eso nos perfiló las dolencias que estaba sintiendo. La parte logística la conocimos bien, términos de sus alimentos”, narró el director de la Policía.
El general Vargas también dijo en Vicky en Semana que alias Otoniel era un delincuente que se había acostumbrado a vivir en la selva y, que a diferencia de otros jefes del narcotráfico, puso todo el tema del dinero en su familia, mientras él dirigía al Clan del Golfo desde el monte.
“Esto es una cosa atípica en el narcotráfico en Colombia, pero fue una decisión de él (...) era un abusador de niñas, tenía una fijación él y otros miembros de la organización para abusar de menores de 14 años, una costumbre de esta organización de pagarle a los papás para que les entregaran a las niñas. Él se movía hacia los sitios donde las familias las ubicaban y abusaba de ellas, porque realmente es un abuso. Tenemos una orden de captura contra él, precisamente por ese delito”, agregó el general de la Policía.
De acuerdo con el director de la Policía Nacional, en medio del perfilamiento contra alias Otoniel lograron establecer que el narcotraficante comía mucha fruta, utilizaba colchón ortopédico debido a sus dolencias lumbares y que, de hecho, poco caminaba, por lo que se movilizaba a bordo de mulas.
“Se transportaba en mulas. Unas mulas que las criaron en un sitio especial cerca a a Medellín y desde ahí las mandaban a llevar a los sitios donde él estaba. Mulas con un valor superior a los cuatro millones de pesos. También pagó una plata para empezar a desarrollar el perrito chapolo, que es un perro cazador colombiano, es un perro muy fino, muy bueno, de cacería, De igual manera, cerca a Medellín compraban esos perros y los entrenaban, y en varias fincas los tenían”, relató el general Vargas sobre Otoniel.
Además, contó que alias Otoniel pasaba muy poco sobre un mismo lugar en la selva y que su esquema de seguridad, los anillos, permanecían retirados de él. “Y sobre ellos también tenía perros chapolos para evitar que hiciéramos una operación de infiltración para lograr la captura. Varias dolencias tenía, problemas de azúcar, tuvo problemas de riñón, él en algún momento sufrió también de varias neumonías”.
El general también reveló que alias Otoniel daba las instrucciones a los integrantes del Clan del Golfo a través de cartas, las cuales doblaba mucho y también grababa videos que guardaba luego en USB.
“Mandaba a traer a los contadores para ver las nóminas de pago a los narcotraficantes, mantenía contacto con la estructura a través de correos humanos para mantener las finanzas del narcotráfico con Gonzalito Siopas, -primo de crianza de Otoniel- y Chiquito Malo. Un abusador. Y él daba las instrucciones directamente, ordenando el homicidio de policías y soldados de Colombia”, señaló el director del la Policía en Vicky en Semana.