El alcalde Carlos Fernando Galán lleva un mes y medio en el cargo y le ha sido imposible frenar la escalada de atracos en Bogotá que la exalcaldesa Claudia López le dejó como herencia de su polémica gestión.
En solo seis semanas, los delincuentes han robado con armas de fuego o traumáticas en por lo menos diez establecimientos comerciales. En la capital hay miedo. Los testimonios de las víctimas son aterradores y los dueños y administradores de los negocios se sienten desprotegidos. Aquí reina la impunidad. Solo hay investigaciones en curso y, hasta ahora, ni una sola captura.
Los criminales ya no solo están haciendo de las suyas en las calles y en estaciones o buses de TransMilenio, sino que ahora están entrando como Pedro por su casa a restaurantes y gastrobares a atracar a sus anchas, sin temor alguno. Aterrorizan con pistolas traumáticas o armas de fuego para lograr su objetivo. En todos los casos, han podido huir con un millonario botín.
Salir a comer en familia o en pareja o compartir unas cervezas con amigos se volvió una ‘operación peligro’ en la ciudad. Así ha quedado en evidencia este año con al menos diez casos mediáticos de hurtos masivos en sitios como la panadería Masa, el restaurante Abasto, la hamburguesería Pecado Capital, Primates Pub & Grill, y cervecerías, entre otros. Eso, sin contar con los que no son denunciados en los medios o las redes sociales. Y, para completar, este 21 de febrero fue asesinado en Bogotá Hernán Roberto Franco, empresario, en hechos que quedaron registrados en videos y que empeoraron la angustia de los habitantes de la capital.
A propósito de este hecho de sangre y los múltiples robos que han sido reportados durante lo corrido del 2024, los excandidatos a la Alcaldía, Rodrigo Lara y Juan Daniel Oviedo, analizaron la compleja situación que atraviesa Bogotá.
En primer lugar, Rodrigo Lara dijo sentirse “muy dolido” con lo que sucede en la ciudad en materia de seguridad. Sin embargo, anotó que tampoco le sorprende. “No quiero ser profeta de desastres, pero debemos reconocer que ese mal ya está en Bogotá, y lo más probable es que se termine agravando”, advirtió.
Juan Daniel Oviedo fue mucho más allá. “Es indudable que la laxitud del esquema de paz total del gobierno del presidente Gustavo Petro pues tiene a Bogotá inundada de droga, que está aumentando el consumo problemático, que está aumentando la preocupación - por ejemplo - de los padres de familia frente al consumo de sustancias psicoactivas en parques y en espacio público en la ciudad”.
Y agregó: “Es contundente que detrás de este crecimiento exponencial de la criminalidad en Bogotá está asociado el mayor tráfico de drogas en la ciudad, el mayor consumo, la mayor demanda que lleva a que estas bandas utilicen esta criminalidad, como el hurto a personas, hurto de celulares, como una demostración de poder de una lucha territorial en la ciudad”.