En la audiencia contra Luis Fernando Andrade, el condenado exsenador Bernardo Miguel ‘el Ñoño’ Elías prendió el ventilador, salpicando al expresidente Juan Manuel Santos. El excongresista, condenado a seis años de cárcel, afirmó que en el escándalo de Odebrecht hay lazos con la reelección presidencial, y que Eleuberto Martorelli, expresidente de esa multinacional en Colombia, pidió ayudarle a Roberto Prieto, exgerente de la campaña de Santos, y que muchos asuntos se cuadraron en reuniones que se llevaron a cabo en su casa.

En Vicky en Semana, el abogado Iván Cancino dijo que el testimonio del Ñoño Elías era algo que se estaba esperando y que lo dicho por el excongresista sin duda genera cierto nerviosismo en el santismo y “hacen mal amenazándolo públicamente”. “Si Bernardo está hablando, pues lo está haciendo de cosas que le constan. Ya si son delictivas o no, se verá más adelante”, agregó.

El Ñoño afirmó que desde Odebrecht le contaron que sostuvieron una reunión con el hoy expresidente Santos para gestionar los apoyos de su reelección, y que le entregó 700 millones a Prieto en Sahagún. Asimismo, apuntó que las irregularidades de los contratos Ocaña y Gamarra, por las que se abrió esa investigación que lo tiene como testigo, tenían un nexo muy estrecho con las elecciones presidenciales de 2014.

En SEMANA, el también abogado Miguel Ángel del Río, opinó que en el testimonio del Ñoño Elías era muy importante establecer cada una de las cosas que está diciendo, “porque en materia de verdad, independientemente de quién perjudique o a quién beneficie, lo que el país necesita saber es qué pasó en Odebrecht. Hasta dónde llegaron las implicaciones, si llegaron hasta el alto poder, las consecuencias que eso debe tener”.

Del Río, quien llamó “bandido” al Ñoño Elías, resaltó que la declaración del excongresista sin duda es muy importante para conocer la verdad sobre todo lo que pasó en medio del escándalo de Odebrecht.

“Porque aquí ingresaron unos dineros, aquí se protegió en su momento al alto poder, aquí se protegió además al poder bancario y al financiero, y hubo una cantidad de situaciones irregulares al interior de la Fiscalía General en su momento, por parte de Néstor Humberto Martínez. Entonces la verdad tiene que saberse, independientemente de las consecuencias”, insistió Del Río.

Entre tanto, el abogado Guillermo Rodríguez dijo que lo dicho por el Ñoño Elías abre un camino en medio de un caso -Odebrecht- donde los colombianos quieren saber la verdad, y que sin duda quien tiene conocimiento de los movimientos financieros que habrían permeado a la campaña presidencial de Santos, es el excongresista.

“No existe alguien más que pueda entrar a hacer y dilucidar lo que pasó, las circunstancias fácticas de este caso. Ahora, hay que tener en cuenta que nuestra justicia es premial y en virtud de ello se están buscando unos beneficios por colaboración. Esperemos que dicha colaboración tenga resultados y que el alcance propio para poder llegar a judicializar al expresidente Santos tenga viabilidad”, señaló Rodríguez.

Además, el jurista Rodríguez manifestó que no era posible que “un sinvergüenza como Juan Manuel Santos siga de manera impune a cabalidad, cuando le ha traído tantos problemas a Colombia”.

Ante lo dicho por Rodríguez, el jurista Del Río le pidió no tener posiciones sesgadas, recordándole que en últimas “todo mundo debe responder por las cosas. El expresidente Uribe, el expresidente Santos, que cometieron delitos, que se vayan para la cárcel, pero esto no es un acoso sistemático, una posición de que hay un sinvergüenza, aquí esos políticos de estos últimos años son unos bandidos, incluyendo a su jefe natural”.

Continuando con el debate sobre el testimonio del Ñoño Elías, el abogado Cancino dijo que no es que al excongresista no le hubieran permitido hablar antes y que por el contrario él, “muy inteligentemente”, tenía que pensar en su futuro, por lo que había pedido algunos beneficios “a cambio de hablar”.

“Entonces hasta que no los tuviera un poco más claros, entonces no lo hacía. Recientemente vimos en medios que la Corte pide que se le reconozcan algunas cosas y obviamente que a partir de ahí él ya acude a las citaciones de las autoridades. Entonces no es que no lo hayan dejado hablar, él tampoco lo podía hacer hasta no poder, como lo haría cualquier procesado y su defensa, buscar beneficios. De todas las cosas que dice habrá unas que son delito, otras que no, algunas que tendrán un debate político, otras un debate ético, otras un debate jurídico y otras las tres”.