El viceministro de Relaciones Laborales, Edwin Palma, sorprendió a más de uno esta semana y lanzó públicamente una advertencia en contra de algunas empresas en Colombia si no llega a pasar en el Congreso la reforma laboral, liderada por el gobierno de Gustavo Petro.

“Si no pasa la reforma laboral, sancionaremos hasta con 5.000 salarios mínimos a empresas con pactos colectivos que tengan acciones antisindicales, que no se negocian, como dice el Código Sustantivo del Trabajo, que tengan fines de acabar un sindicato, de debilitarlo, veremos sanciones hasta de 5.000 salarios mínimos”, precisó.

Frente a estas declaraciones, el representante Andrés Forero habló en exclusiva con Vicky en Semana y aseguró que consideran que la administración nacional quiere monopolizar, de alguna manera, el relacionamiento entre los trabajadores y los empleadores.

El congresista, además, aprovechó la coyuntura para puntualizar en este medio que el presidente Petro y el Ministerio de Trabajo han tratado de “satanizar” a los empresarios colombianos diciendo que estos no piensan en el bienestar de sus colaboradores.

“Creo que el viceministro no se expresó de la manera que quería hacerlo. Pero nos termina dando la razón a los que hemos dicho que no se deben acabar los pactos colectivos. Incluso, en la reforma está planteado que se acaben estos pactos. Nosotros sentimos que el gobierno quiere monopolizar el relacionamiento de los trabajadores con los empleadores a través de los sindicatos, lo que, consideramos, no debe ser así”, expresó inicialmente.

Luego, agregó: “Lo ha dicho el presidente de la República y la ministra de Trabajo, y es que tratan de satanizar a los empresarios colombianos. La verdad puede que existan abusos, pero los que cumplen hoy con la normatividad pagan, por ejemplo, el recargo nocturno más alto de América Latina. Podemos discutir, pero no con la narrativa de que los empleadores formales son unos esclavistas, como lo ha planteado, lamentablemente, el presidente”.

Forero recalcó que no se podía negar que hay gremios en Colombia que se sienten amenazados por el Gobierno Petro. El representante también cuestionó algunos puntos de la reforma, que está siendo debatida en la Comisión Séptima del Senado.

“La propia ministra del Trabajo ha dicho que no está pensada para generar nuevos empleos formales en el país. De hecho, el Banco de la República plantea que se pueden destruir hasta 450 mil empleos formales. Adicionalmente, no es una reforma que ataque otros de los problemas grandes que tiene nuestro mercado laboral, que es la alta informalidad”, sentenció el representante.

Cabe mencionar que el proyecto está frenado por varios motivos. El primero es que el Gobierno está metido de cabeza con las reformas a la salud y las pensiones, porque, si no las aprueban antes del 20 de julio (día en el que finaliza la legislatura), se hunden, y las movidas legislativas para esos dos proyectos de ley no dan tiempo de destrabar la laboral.

Finalmente, los congresistas están frenados esperando guiños de los empresarios, quienes siguen molestos porque la ministra Ramírez nada que los llama a concertar el contenido de ese texto, pese a que en diciembre les había prometido que se reunirían en enero.