El exalcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, hizo el miércoles una crítica al hoy alcalde de la ciudad, Daniel Quintero, por cuenta de la delicada situación por la que atraviesa Empresas Públicas de Medellín (EPM), luego de la renuncia de la junta directiva de esa compañía por diferencias con el mandatario local. Vea la entrevista con Federico Gútierrez
Cabe recordar que la renuncia de dichos directivos se presentó luego de que Quintero anunció que EPM demandaría por 9,9 billones de pesos a constructores, diseñadores, interventores y aseguradores del proyecto Hidroituango. Por lo tanto, el exalcalde señaló que en Medellín, una crisis institucional de estas dimensiones es algo sin precedentes. “Desde su campaña electoral, el actual alcalde Daniel Quintero jugó con EPM, fue su caballito de batalla. En un debate en el Consejo, siendo candidato, le llevó un queso gigante a Jorge Londoño, entonces gerente de EPM. Hoy me pregunto realmente para quién es el queso, se lo están devorando entre el alcalde, el gerente y sus amigos”, dijo Federico Gutiérrez por medio de una misiva.
En Vicky en Semana, Gutiérrez advirtió que aparte de EPM, la ciudad y Ruta N también “se encuentran en peligro”, debido a que la junta directiva de esta última también renunció este miércoles por supuestos malos manejos dentro de la entidad por parte de la alcaldía. Además, Gutiérrez indicó que ve el discurso del alcalde Daniel Quintero, muy parecido al del senador Gustavo Petro, pues con sus decisiones al interior de EPM está generando una disputa entre pobres y ricos, algo que a su modo de ver es “muy peligroso”.
“Daniel Quintero y Gustavo Petro piensan igual”: Federico Gutiérrez
“Así parezcan empaques muy diferentes, son muy parecidos, cómo piensan y lo que hacen y hasta han trabajado juntos. Y eso está bien, cada uno puede escoger su lado, pero cuando se hace ya un discurso de lucha de clases, a mí me parece que eso no es lo que le conviene al país”, dijo Gutiérrez. Para Gutiérrez, el alcalde de Medellín pasó por encima de la junta directiva de EPM, rompiendo la institucionalidad y el código de buen gobierno que ha caracterizado a esa compañía, lo que a su modo de ver traerá consecuencias financieras. “Daniel Quintero se pasó por encima a la junta de EPM”: Federico Gutiérrez
Así mismo, Gutiérrez manifestó en Vicky en SEMANA que durante su campaña a la Alcaldía, Daniel Quintero se aprovechó de las crisis de EPM para convertirlo en su “caballito de batalla”. Aseguró que durante ese tiempo dijo mentiras sobre lo que iba pasando en Hidroituango para tener visibilidad. “Hay gente que cree que todo vale, y en mi concepto no todo vale, ni en política, ni en ningún lado. Siempre dijo que era que él iba a cuidar EPM y que iba a nombrar un gerente de todas las calidades, pero que además lo que iba a hacer era convocar justamente a la ciudadanía y hacer una convocatoria pública y hacer una selección justamente del mejor. Mintió, tampoco lo hizo”, agregó Gutiérrez.
El exmandatario de Medellín también manifestó que al interior de EPM hoy en día hay miedo y tristeza entre los funcionarios que han trabajado toda su vida en esa compañía porque, según él, no pueden hablar ya que están “asustados” y temen un despido. Ante ese panorama, Gutiérrez invitó a los funcionarios de EPM a que “pierdan el miedo, hablen”, y hagan público lo que está ocurriendo al interior de esa empresa, e insistió en que ni el gerente Álvaro Guillermo Rendón López, ni el alcalde Daniel Quintero, están a la altura de dicha compañía. “Gremios dicen que Daniel Quintero se embriagó de poder”: Federico Gutiérrez
“Pobres de aquellos que se embriagan con el poder. Hay que querer más a la gente y a la ciudad, que al cargo en sí, y eso es lo que está hoy en riesgo. Y hay discusiones de lado y lado, si. Yo invito a la gente, ya que la gente tuvo que renunciar, tanto la de EPM como la de Ruta N, cuidar estas instituciones tan importantes y cuidar a la ciudad”, señaló Gutiérrez. A continuación, la carta que emitió este miércoles Federico Gutiérrez EPM y Medellín están en peligro Con gran preocupación quiero dirigirme a la ciudad, a los habitantes de Medellín, a los empleados de EPM, a todos. Desde que dejé la alcaldía he sido muy prudente con mis opiniones, pero hoy, ante la gravedad de lo que están haciendo con nuestra ciudad, sería más imprudente seguir callado. En Medellín, una crisis institucional de estas dimensiones es algo sin precedentes.
Desde su campaña electoral, el actual alcalde Daniel Quintero jugó con EPM, fue su caballito de batalla. En un debate en el Consejo, siendo candidato, le llevó un queso gigante a Jorge Londoño, entonces gerente de EPM. Hoy me pregunto realmente para quién es el queso, se lo están devorando entre el alcalde, el gerente y sus amigos. En su campaña prometió elegir un gerente de todas las calidades mediante un concurso de méritos, incumplió. Prometió que al llegar a la Alcaldía trabajaría por EPM, incumplió. Y lo hizo al desplazar a los técnicos que toda la vida han trabajado allí, ignorando el gran talento humano que ha hecho grande a EMP. Los hizo a un lado con unos intereses muy claros. Mi solidaridad, cariño y respeto para todos los empleados de EPM que hoy lamentan lo que está ocurriendo. El discurso de Quintero, basado en mentiras, habla de una lucha social, de una lucha de clases, las mismas ideas de Gustavo Petro que, además, fue el primero que celebró y apoyó la decisión del alcalde de desinstitucionalizar a EPM, lo que obligó la renuncia de la junta. Pero miren qué contradicciones: ¿qué clase de lucha social destruye los motores de progreso? EPM es justamente eso, una ayuda incalculable para las comunidades más vulnerables, una herramienta para disminuir las brechas sociales. Es muy peligroso lo que Daniel Quintero y sus aliados están haciendo con EPM y con la ciudad en general. Más allá de diferencias ideológicas, es Medellín la que hoy está en riesgo y por eso he decidido hablar, ya que la junta no encontró las garantías para ejercer su labor y debió renunciar; dicho control le corresponde ahora a la ciudadanía. Movilicémonos en la defensa y el cuidado de EPM y de Medellín.