El comandante del Ejército Nacional, general Luis Mauricio Ospina, está en medio de un grave escándalo por cuenta de la orden que dio para que servicios de inteligencia y contrainteligencia le hicieran seguimientos ilegales al profesor de inglés de su esposa.

En el espacio de Vicky en Semana, el excongresista Juan Manuel Galán, coautor y ponente de la ley 1621 de 2013 ―la cual establece el marco jurídico para las actividades de inteligencia y contrainteligencia—, analizó el caso y profundizó en las faltas en que habría incurrido el general Ospina.

“De comprobarse los gravísimos hechos que está develando la investigación periodística de la revista SEMANA, y todos estos indicios, pues se encontrarían varias violaciones flagrantes a la ley”, expresó Galán. En esa línea, precisó que la misión de los organismos de inteligencia y contrainteligencia es la defensa y protección de los derechos humanos.

“No pueden ser usados los instrumentos de inteligencia y contrainteligencia a disposición del Estado ni tampoco los organismos de inteligencia pueden dedicarse a fijar ellos mismos objetivos de inteligencia que no estén enmarcados en la ley (...). Cuando se trata de interceptar comunicaciones de personas debe mediar una orden judicial. Ningún particular puede ser objeto de seguimientos si no existen unos indicios y una misión de inteligencia debidamente aprobada”, sintetizó Juan Manuel Galán.

La información conocida hasta el momento da cuenta de que al ‘Teacher’ lo incluyeron dentro de una lista donde lo hacían pasar como integrante del frente Carolina Ramírez de las Farc de Iván Mordisco, aparentemente, para justificar los seguimientos en su contra. Bajo la lectura de Juan Manuel Galán, esta acción tiene un precedente cercano.

“Tiene el mismo significado que tuvo haber hecho pasar a Marelbys Mesa como una integrante del Clan del Golfo, porque como no pueden autorizarse el seguimiento a particulares que no estén en una misión de inteligencia debidamente aprobada (...), pues hacen este fraude de hacer pasar a un persona por miembro de una organización criminal”, referenció el exsenador.

General Luis Mauricio Ospina, comandante del Ejército. | Foto: Guillermo Torres-Revista Semana

“Es un abuso de poder”

Para Juan Manuel Galán es claro que los hechos que salpican al comandante del Ejército Nacional configuran un “abuso de poder”, lo cual deriva en un caso de corrupción. Adicionalmente, enfatizó que consolida una violación a la ley.

“La ley establece que debe haber un plan nacional de inteligencia debidamente aprobado, y que requerimientos adicionales a ese plan solo pueden ser ordenados por el presidente la República, de manera directa o a través de un funcionario público que designe expresamente”, anotó Galán en el espacio de Vicky en Semana.

Es de recordar que el mismo general Ospina aceptó que dio la orden para los seguimientos contra el ‘Teacher’. Así mismo, a través de un comunicado, justificó sus acciones.

“La orden tiene que ser debidamente soportada en los instrumentos que hay para verificar esa legalidad, el orden jerárquico y la justificación. En este caso, si la justificación es, presuntamente, que esta persona la hicieron pasar por un miembro de una organización criminal, pues esto sería un fraude. Sería una ilegalidad que los organismos judiciales deben investigar”, apostilló el exsenador.

El ministro Iván Velásquez y el presidente Gustavo Petro no se han pronunciado públicamente sobre el escándalo. | Foto: Guillermo Torres /Semana (izquierda), Presidencia (derecha)

“Genera suspicacias”

Ante el escándalo, el presidente Gustavo Petro y el ministro de Defensa, Iván Velásquez, se han mantenido en silencio. Al respecto, Juan Manuel Galán aprovechó para exponer su juicio.

“Por lo menos genera suspicacias que no haya una declaración de respaldo a una investigación que llegue hasta el fondo de estos hechos tan graves que ha denunciado la revista SEMANA, que se están conociendo y que ameritan una investigación a fondo, una investigación rápida para establecer las responsabilidades de tipo político, penal, administrativo y disciplinario en cuanto a lo que establece la ley de inteligencia y contrainteligencia”, concluyó Galán en el espacio de Vicky en Semana.