En el mes de mayo se volvió viral el video en el que un joven, identificado como William Molina, encaró al presidente Gustavo Petro y a la vicepresidenta Francia Márquez en medio de un evento, solicitándoles mayor atención a las necesidades de los jóvenes en el país.
“Nos hemos mantenido en un discurso populista, no podemos seguir en lo mismo”, fue uno de los reclamos del joven Molina al presidente Petro, el medio de la sesión conjunta del Subsistema de Participación Juvenil, el 16 de mayo.
Tras lo anterior, William Molina empezó a sufrir amenazas y a ser asediado en su casa en el municipio de El Socorro, Santander, a tal punto que se vio obligado a abandonar la región para poner a salvo su vida.
En Vicky en SEMANA, William Molina, consejero de juventud, hizo un estremecedor relato sobre cómo le cambió la vida para mal, desde el día que encaró a Petro y a Márquez.
“Después ya todo fue más contundente. Me empezaron a enviar videos diciendo que me iban a mandar a asesinar. No pensé que fuera a pasar de las redes sociales, pero lamentablemente llegaron amenazas a mi residencia en El Socorro; fue un sujeto a darle pata y puño a la puerta y a gritar que dónde estaba ese hp uribista y después me dejaron un panfleto donde mencionaban que tenía los días contados. La verdad no pensé vivir esto. Me cambió la vida de una manera impresionante”, dijo el joven de 19 años de edad.
Debido a lo anterior, Molina contó que ya no puede moverse libre y que hasta sus planes universitarios se vieron perjudicados.
En tal sentido, se vio en la obligación de “terminar los temas universitarios de manera virtual, porque se me hizo supercomplejo. Cuando vivía en El Socorro por lo de la universidad estaba intranquilo. Tenerme que levantar con una zozobra, una incertidumbre por haber dado a conocer una postura que para unos es mentira, pero es que se dijo la verdad, yo no me inventé esto de ninguna parte”, agregó Molina en Vicky en SEMANA.
Si bien logró terminar virtualmente el tercer semestre de derecho, Molina recalcó que ahora deberá buscar una universidad lejos de El Socorro, donde pueda continuar con sus estudios.
Con la voz entrecortada, Molina reveló que el día que a su casa llegó el panfleto amenazante en el que dice “lo mataremos”, iba camino a la universidad junto a un funcionario de la Unidad Nacional de Protección que le fue asignado. “Lo agradezco porque imagínese si no tuviera a nadie; literalmente estaría en una incertidumbre impresionante”, contó.
“Lo que más tristeza me da es tener que pensar y ver cuáles son las intenciones que verdaderamente estas personas tienen. ¿Por qué nosotros como jóvenes líderes tenemos que vivir esto? No entiendo por qué, por pensar de una manera distinta, tener una postura diferente, tenemos que vivir amenazas y hostigamientos. Y la incertidumbre que vive mi familia día a día es impresionante; tener en su mente que un día de estos me pueden hacer un atentado o que vayan a mi casa a afectar la integridad de mi familia. Es muy duro”, señaló Molina.