Durante los últimos días, el presidente Gustavo Petro ha compartido sus planes en relación con la extradición de narcos desde Colombia a Estados Unidos. Lo que puso a consideración el mandatario es que “narcotraficante que negocie con el Estado colombiano con beneficios jurídicos y se comprometa a dejar de ser definitivamente el narcotráfico, no se extradita a Estados Unidos”.

El tema de la extradición tiene un papel importante, pues es un punto vinculado con las relaciones en el país norteamericano, pero también tiene que ver con la justicia y otras vertientes.

Al respecto, en diálogo con Vicky en SEMANA, habló el abogado penalista Gustavo Salazar.

El abogado, que lleva más de 40 años de carrera profesional, inició diciendo que el narcotráfico ha crecido, pero el problema es que es un negocio y eso es lo que hace que no se acabe.

En cuanto al anuncio de la modificación de la extradición que ha dicho Petro, para el penalista es “oportuna” porque “el Estado de Colombia debería haberse sometido a una política de Estado, eso es lo importante. Una política de gobierno porque el problema es que no la hay frente a las drogas y la extradición”.

Desde su perspectiva, en Colombia hay una “mal lograda Ley de extinción de dominio para decir dónde están los bienes de los narcos y dan el 5 %, cuando los gringos permiten negociar con 40-30 % de lo que se ha ganado. Aquí les quitan todo y cuando los dejan pobres los extraditan, eso es lo que no es correcto”, consideró Gustavo Salazar.

En ese sentido, para el experto la propuesta es “eficaz”, pero puede quedar coja si no hay una regulación bilateral y multilateral.

Para el que ha sido el representante de varios narcotraficantes, lo que dijo el exvicepresidente Francisco Santos en Vicky en SEMANA de que podría haber un caos con el cambio de la política de extradición, no es así.

“No es cierto porque las Farc ha cumplido, fueron y han sido narcotraficantes, y hasta ahora no ha habido caos”, explicó.

Asimismo, Salazar consideró que a los narcos les den el mismo tratamiento como se le ha dado a las Farc. Inclusive, se refirió al Clan del Golfo: “No es más que el reciclaje de elenos, Farc y no es estrictamente un grupo delincuencial”.

“Hace 38 años esta propuesta era la que debía aplicarse y después de 38 años nos damos cuenta de que nos equivocamos. El presidente Petro tiene una virtud y es que va adelante de los fenómenos. (...) Colombia tiene que dar un rumbo en todos los aspectos”, comentó el conocedor del tema.

¿Qué están pensando los narcotraficantes?

El hombre sostiene que si el gobierno de Gustavo Petro cambia la Constitución y adopta su idea como una política de Estado, y los Estados Unidos dan el aval, “muchos narcotraficantes podrían ceder”.

“Va a haber para todos (...) y a algunos del Plan del Golfo les interesa esta propuesta”, aseguró Gustavo Salazar.

Por otra parte, el penalista habló sobre el gobierno del expresidente Iván Duque porque, según él, se cometió “una ligereza, hasta el punto en el que hoy personas como Macaco y Mancuso están en vilo”.

Gustavo Salazar se atrevió a decir que la cocaína se produce por el estrés y dio a entender que la plata del narcotráfico no le pertenece al país de origen.

“La cocaína lo que hace en las personas es incrementar su nivel de rendimiento, existe porque es producto del estrés, del sistema norteamericano, y la ingieren y utilizan sobre todo los ejecutivos para rendir en el trabajo. El Gobierno, los gringos, son los menos indicados para decir que la plata del narcotráfico es de ellos”, aseveró el profesional en derecho.

En ese sentido, el abogado explicó que a Estados Unidos lo que le interesa es el dinero, pero no criticó que reciban altos montos, sino que cuando se recibe en Colombia sí está mal. “Aquí somos muy acomodados. Nos decían que la Ley de sometimiento de Pablo Escobar es lo peor, cuando en Estados Unidos perdonan tres cadenas perpetuas”, comparó.

Además, compartió que en los últimos años ha podido hablar con varios narcotraficantes que se han sometido a la justicia norteamericana, “pagan tres o cuatro años y vienen a Colombia a gozar de su dinero”.

No obstante, “los pobres que han sido condenados aquí, les quitan casi todos sus bienes y no pueden ni siquiera salir a San Andrés”.

¿Cómo es el Clan del Golfo ahora?

Salazar describió que anteriormente el narcotráfico era una “familia” de la misma condición. Con el paso del tiempo, estas desaparecieron. Antes se hablaba del cartel y hoy en día del clan.

“El Clan del Golfo, por ejemplo, es tan amplio que podría decir que medio territorio nacional es de ellos. Se extiende a nivel internacional. Los narcos de hoy trabajan a través de organizaciones etéreas con ramificaciones; tienen una connotación y es que los de antes, por lo menos, tenían un poco más de academia y ahora no. La esencia es la misma, pero ahora son miles”.

Sumado a esto, el que fue abogado de Pablo Escobar respaldó la decisión del ministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva, cuando dijo que habría acogimiento en vez de sometimiento.

Pablo Escobar y su miedo a la extradición

“La extradición era infamante y sigue siéndolo en Estados Unidos”, criticó el penalista.

Salazar dijo que las condiciones en las que permanecen los extraditados no son las más óptimas. “En Estados Unidos el tema de la cárcel, en derechos humanos, es lo más atrasado del mundo. Encarcelan el alma, los humillan; eso era lo que no quería Pablo Escobar porque él era un hombre que, ante todo, amaba su dignidad. Todos decían: yo prefiero que me maten, a que me expongan como una piltrafa humana”, recordó el antioqueño.

Antes de terminar, el abogado consideró que en Estados Unidos un colombiano o latinoamericano ya está condenado. “Solo ganan los juicios los que tienen dinero y son famosos. La extradición ha sido infamante”.

En resumen, el temor de Escobar y otros narcotraficantes, como Pacho Herrera, en la extradición era la vergüenza a las que, según él, los someten.

Para finalizar, Gustavo Salazar dijo que la propuesta de Petro no tiene sentido si antes no se encontró con Estados Unidos. “Lo que sí queda claro es que EE. UU. no va a permitir que se haga una ‘guachafita’. (...) No tiene sentido que alguien deje la droga para que la familia continúe. Si usted va a arreglar, que sea arrepentimiento total, este debate apenas comienza”, concluyó.