Íngrid Betancourt, precandidata presidencial por la coalición Centro Esperanza, habló con Vicky en Semana. Lo hizo luego de presentar su nombre a consideración de los colombianos para ganar la consulta y en cuya contienda se enfrentará al exgobernador de Antioquia y excandidato presidencial Sergio Fajardo, al exrector de la Universidad de los Andes Alejandro Gaviria, el exgobernador de Boyacá Carlos Amaya, el exministro del Interior Juan Fernando Cristo y los congresistas Juan Manuel Galán y Jorge Enrique Robledo.
Vea la entrevista completa con la precandidata presidencial Íngrid Betancourt:
En 2010, se informó que Íngrid Betancourt demandó al Estado por una millonaria suma. La entonces excandidata presidencial y su familia, se anunció entonces, presentaron una demanda contra el Ministerio de Defensa para exigir el pago de 12.500 millones de pesos (unos 6,5 millones de dólares) por los perjuicios ocasionados durante su secuestro, perpetrado por las Farc (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) el 23 de febrero de 2002 y cuya liberación tuvo lugar el 2 de julio de 2008 en el marco de la denominada Operación Jaque. Fueron más de seis años de cautiverio y sobre los cuales, supuestamente, la exdirigente presentó una demanda que buscaba reparación económica.
Ahora, en 2022, la exdirigente habló de ese capítulo y aseguró que nunca demandó y, en contraste, sí recibió toda suerte de insultos. “Solamente como detalle de toda esta narrativa que es tan dolorosa, yo nunca demandé a nadie, era una ley que pasó el Congreso para proteger a las víctimas del terrorismo. Yo me acogí a esa ley y dijeron que era ingrata, codiciosa, abusiva. En su momento me arrepentí de haberme acobardado, se me vino el mundo encima y me acobardé, estaba traumatizada por el secuestro. Yo dije: ‘Yo de aquí me voy’. Yo como presidente quiero indemnizar a los colombianos. Tengo que afinar mi propuesta y quiero que los colombianos aprendamos a defender nuestros derechos y no sea como una afrenta al Estado”.
La exdirigente fue consultada también por la demanda, la cual interpuso su hijo, Lawrence Delloye, por los años de secuestro y tortura que vivió su mamá mientras estuvo en cautiverio de las Farc y cuyo fallo determinó que esa guerrilla debe pagar 36 millones de dólares. El juez principal del Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Medio de Pensilvania, Matthew W. Brann, acogió los argumentos de la demanda presentada por el hijo de la excandidata a la Presidencia Íngrid Betancourt, Lawrence Delloye, quien tiene ciudadanía estadounidense y demandó a las Farc por el cautiverio de su mamá. Aunque la pretensión inicial era de 12 millones de dólares, el juez, acogiéndose a Ley antiterrorista (ATA), triplicó esta suma a 36 millones de dólares.
En el proceso, Delloye, hijo de Íngrid Betancourt, estuvo representado por Robert E. Levy, presidente del Grupo de Litigios de Scarinci Hollenbeck, quien afirmó que “si bien ninguna suma de dinero puede reemplazar el tiempo que Lawrence Delloye perdió con su madre o curar el trauma sufrido a manos de las Farc, estamos orgullosos de haber ayudado a lograr algo de justicia”.
La demanda, presentada en 2018 por Delloye, quien para el momento del secuestro de Íngrid Betancourt tenía solo 13 años, advertía que las Farc publicaron varios videos de rehenes que mostraban que Betancourt estaba viva, y era claro que no contaba con condiciones para tener una buena salud mental y física. Además, que se violaron las normas internacionales de la guerra, porque durante el secuestro no tuvieron contacto, comunicación o información sobre su madre, al punto que ni sabían si se encontraba con vida.
A falta de saber quién pagará dicha condena, Betancourt habló en Vicky en Semana de dicha demanda. “¿Y en Colombia, qué? En Colombia hay personas secuestradas que no pueden ser lo que quieren ser. Para mí el tema es la indemnización de 51 millones de colombianos y para la corrupción”, aseguró Betancourt al indicar que si se logra controlar la corrupción, que genera que múltiples recursos se desvían, no habrá necesidad de estar haciendo año tras año una reforma tributaria.
De igual manera, aseguró que es su propósito enseñarles a los colombianos a exigir ante el Estado sin que la gente lo interprete como una afrenta. Sobre el particular colocó de ejemplo a Francia, su otro país, en el que -señaló- se respeta a quien reclama.