En la mañana de este miércoles 21 de febrero, los bogotanos volvieron a verse inmersos en el pánico. En medio de un ataque sicarial en pleno Parque de la 93, en el norte de la ciudad, delincuentes ultimaron al empresario Hernán Roberto Franco Charry. El atentado derivó en una balacera que causó terror en el exclusivo sector.
A propósito de este hecho de sangre y los múltiples robos que han sido reportados durante lo corrido del 2024, los excandidatos a la Alcaldía, Rodrigo Lara y Juan Daniel Oviedo, analizaron la compleja situación que atraviesa Bogotá.
En primer lugar, Rodrigo Lara dijo sentirse “muy dolido” con lo que sucede en la ciudad en materia de seguridad. Sin embargo, anotó que tampoco le sorprende. “No quiero ser profeta de desastres, pero debemos reconocer que ese mal ya está en Bogotá, y lo más probable es que se termine agravando”, advirtió.
De acuerdo con el análisis efectuado por Lara, al revisar las cifras de homicidios en Bogotá, es claro cómo más de la mitad corresponde a hechos de sicariato. “Cuando hay tanto sicariato, eso refleja que en las localidades de Bogotá se están enraizando grupos delincuenciales organizados”.
El excandidato a la Alcaldía de Bogotá recordó que, durante su campaña el año pasado, fue enfático en ese punto, señalando que en la ciudad siempre han tenido presencia bandas criminales, sin embargo, aún no había grupos delincuenciales organizados “que las confederaran en combos”.
“Eso es lo que explica el creciente fenómeno que vemos de extorsión y el sicariato. Lo dije muchas veces, con estos delincuentes se necesita una mano muy firme. Son mafiosos, son extorsionistas, son grupos delincuenciales organizados y con ellos no se puede mamar gallo, no se puede minimizar”, expresó Lara.
A renglón seguido, lanzó dardos a la exalcaldesa Claudia López, a quien no le restó responsabilidad por la crítica situación que enfrenta la capital en materia de seguridad.
“Lamentablemente, lo que recibimos de Claudia López en los cuatro años anteriores fue la minimización y relativización de este problema. Ella se dedicó a ignorar que eso estuviera pasando, a negarlo y a responder con soberbia. Aquí están las consecuencias”, apostilló Lara. De paso, comentó que ahora es tarea del alcalde Carlos Fernando Galán hacer frente a la problemática con contundencia.
“Le están midiendo el aceite”
A su turno, el concejal Juan Daniel Oviedo desarrolló que hay varios elementos que influyen en la problemática. Bajo su lectura, la inseguridad corresponde a un problema estructural: “Tenemos un relacionamiento muy fuerte del comportamiento criminal con el narcotráfico y la presencia de grupos extranjeros en Bogotá”.
Adicionalmente, Oviedo consideró que con los recientes actos criminales, los delincuentes “le están midiendo el aceite a la administración distrital”. En ese sentido, están probando elementos como la capacidad de reacción por parte de las autoridades y las respuestas que pudiera dar la Alcaldía para enfrentar la criminalidad.
“Lo que estamos viendo es la intensificación de atracos en restaurantes y en bares, con el fin de dar en la cara a la administración distrital”, agregó Oviedo en Vicky en Semana.
El excandidato a la Alcaldía también analizó lo que los delincuentes estarían notando a partir de los recientes hechos. Para empezar, mencionó que se están percatando de un detalle clave: “No los estamos viendo”. Y es que los registros, por ejemplo, de los atracos en restaurantes y gastrobares han sido obtenidos de las cámaras de seguridad de los propios establecimientos comerciales y no de un sistema interconectado de videovigilancia.
“Los delincuentes también nos están diciendo que, si los vemos, tampoco los vamos a poder coger, porque la capacidad de reacción de la Policía tiene un déficit de, aproximadamente, 7.000 efectivos en la ciudad. Ha habido promesas de que se va a aumentar el pie de fuerza, pero lo que estamos viendo es que la Policía no tiene la capacidad de responder efectivamente ante la ejecución de su propio plan de choque frente a la seguridad”, continuó Oviedo.
Finalmente, concluyó: “los delincuentes nos están demostrando que, si los vemos y los cogemos, pues la articulación con el sistema judicial no está funcionamiento adecuadamente en la ciudad. Esto lo que muestra es que necesitamos una coordinación efectiva entre la administración distrital, la seguridad privada, la Policía Metropolitana de Bogotá y la sociedad civil para que podamos responder a un problema estructural de seguridad”.