La noticia sobre la detención de Iván René Valenciano en Estados Unidos causó conmoción en Colombia. El exdeportista fue arrestado debido a que estuvo involucrado en un accidente de tránsito y, ante la prueba de alcoholemia, su resultado fue positivo.
En el espacio de Vicky en Semana, el bombardero narró a detalle cómo fue su experiencia, desde la llegada de los oficiales y su posterior arresto hasta el tiempo que permaneció recluido en el centro de detención.
Para empezar, Valenciano consideró que el proceso de detención se desarrolló correctamente. La otra opción, según dijo, era que las autoridades efectuaran todo de manera digital y le dieran una citación para la Corte.
Sin embargo, anotó que ese escenario le habría resultado más complicado, pues el tiempo que separa la fecha de asignación de cita con el cumplimiento de la misma podría ser largo y complejo.
Tras el accidente, Valenciano fue remitido a una clínica y allí permaneció durante la noche. Esta etapa era por precaución, para determinar su estado y, posteriormente, continuar con el conducto regular.
Desde la cárcel, fue conectado con los tribunales y la audiencia contó con la participación de los jueces, el abogado defensor, el traductor y el fiscal. “Me demoré cinco segundos porque los delitos por los que estaba ahí no ameritaban nada”, dijo.
Para su detención, a Valenciano le tomaron foto y lo uniformaron. “No sé por qué tengo la costumbre en las fotos como de sonreír, entonces me tomé la foto y sonreí”, anotó.
El bombardero confesó que es de las personas que, en el momento, no se da cuenta de las cosas porque creen que es algo pasajero. Sin embargo, una vez contempla el panorama con mayor detalle, todo resulta diferente.
“Cada vez que vas a salir te ponen las esposas, te maltratan (...). Es como si vieras una película, yo veo mucha película y me daba cuenta de que todo eso me pasaba a mí en la realidad”, expresó el futbolista retirado.
Su experiencia no fue para nada cómoda, aunque sí inolvidable. Por ello, llamó al equipo que está escribiendo su libro para detallar todo lo sucedido y plasmarlo en la obra que será publicada a finales de noviembre o principios de diciembre.
“Te va a marcar para toda la vida”
Al profundizar en su experiencia en la cárcel, Valenciano estableció la comparación con estar dentro de una cárcel en Rusia, pero no hablar el idioma.
“Yo no hablo inglés, me defiendo con algunas cosas (...). Cuando entré, toda la gente hablaba inglés, entonces, no tenía cómo comunicarme. En el tema de los medicamentos, no sabía qué me decían los doctores, no sabía qué me decían los guardias, no sabía por qué tenía un uniforme diferente al resto de los que estaban ahí, no tenía ni idea de qué iba a pasar conmigo, no tenía ni idea cuál era mi caso”.
En la cárcel, Valenciano dio con un puertorriqueño que lo asistió con la barrera del idioma. Esta persona lo orientó con las traducciones y le contó por qué delitos estaban allí los otros reclusos.
“Cuando le conté mi caso se echó a reír y me dijo: ‘Es algo transitorio para ti, pero el hecho de que estés aquí es algo que te va a marcar para toda la vida, porque todos los que están acá tienen un historial de muchos años y cadena perpetua’”, resumió en el espacio de Vicky en Semana.
Estando detenido, el bombardero tuvo otra experiencia bastante intimidante:
“Me abren mi celda, me entregan la comida, un vaso con agua y una jarra nueva. Me entregan una toalla, jabón, pasta dental y un cepillo (...). Llega alguien, se acerca y me habla en inglés, coge mi comida, coge todas las cosas y se las lleva. Él ya había comido y se sentó en otra mesa, se comió la comida mía. Después le comenté a Robert y fue él quien me ayudó. La persona que me ayudó estaba por homicidio, entonces él también tenía la autoridad y el respeto. Al otro día ya pude desayunar y me pude mover por el sector de la celda. La persona con la que pasó esto, al día siguiente, lo reportaron y se lo llevaron todo el día”, concluyó Valenciano en su relato.