Jaime Andrés Beltrán, alcalde de Bucaramanga, habló en Vicky en SEMANA acerca de la situación de violencia que se vive en todo Colombia y enfocó el problema —entre otros aspectos— en la educación que se le brinda a los jóvenes desde muy pequeños en cada uno de sus hogares. El mandatario local hizo énfasis en la necesidad de corregir a las personas cuando están cometiendo algún error.
Beltrán fue claro al advertir que la falta de educación es uno de los principales aspectos que desencadena la violencia y la inseguridad, mostrando su inconformismo debido a que, desde su punto de vista, los delincuentes están teniendo que ser corregidos por parte de las autoridades, debido a la poca atención que sus padres pusieron en este tema.
“El diálogo siempre es bienvenido, pero cuando este se acaba está el garrote y este también hace parte de la formación (…) Si las personas no entienden que sus malas decisiones tienen consecuencias, estoy formando una persona que va a ser un problema para la sociedad. Lamentablemente, hoy nos está tocando criar unos vándalos que en la casa no criaron”, señaló.
El alcalde dejó en claro que junto a la Policía de Bucaramanga adelantan todo tipo de campañas y acciones para prevenir cualquier delito, así como evitar que los jóvenes se sumerjan en la delincuencia, pero el ejemplo debe de empezar por la casa.
A modo de humor, Beltrán recordó que él hace parte de la “generación de la correa”, algo que, hoy en día, no practica con ninguno de sus hijos, pero pese a esto siempre les ha inculcado la importancia de hacer las cosas bien, respetando a los demás y sin hacerla mal a nadie.
“Hoy, los métodos de corrección son distintos (…) Si yo le pego a mis hijos, yo lloro más que ellos. Entendí y lo que trato de generar en el colectivo es que si alguien quiere vivir sin normas, que se vaya para el monte y viva solo, pero quien quiere vivir en comunidad, se debe ajustar a las normas”, comentó.
El mandatario enfatizó que si la persona no puede respetar la ley, por consiguiente hay unas sanciones que debe asumir con toda responsabilidad. “Es convivencia y lógica. Yo no sé por qué cuando se habla de esta manera, nos dicen que somos extremistas”, puntualizó.
“Son simplemente normas de convivencia, podemos vivir en medio de las diferencias. (…) Podemos pensar distinto, pero cogemos el mismo transporte, vamos a los mismos restaurantes, siendo distintos, pero nos unifica que todos vivimos en convivencia. No tenemos que estar de acuerdo en lo mismo, pero sí en una cosa: en vivir respetando las diferencias”, manifestó.
Finalmente, Beltrán también se refirió a la importancia de la disciplina, aclarando que esta va más allá de la violencia. “A veces, hay cosas que a un hijo le duelen más que un golpe y los padres creen que corrigen a los hijos con una correa, pero olvidan dar un abrazo. Cuando aprenden a valorar más el abrazo, actúan más desde la consciencia de no perder lo valioso”, señaló.