La exsenadora Piedad Córdoba sigue en la cuerda floja después de que su exasesor de comunicaciones Andrés Vásquez Moreno la acusara de ser la responsable de retrasar varias de las liberaciones de las personas que estaban secuestradas por las Farc, especialmente en el caso de Íngrid Betancourt, bajo el pseudónimo de alias Teodora.

“Hay diferentes acuerdos entre las tres partes en donde todos se verían beneficiados, entre ellos que si se entregan los secuestrados a Chávez sube la popularidad y ganaba el referendo que venía en diciembre 7 de ese 2007 y también que catapultaba a Piedad con el tema del proceso de paz para ser presidente”, relató Vásquez, en relación con la importancia que representaría la liberación de Betancourt para Córdoba y el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

Sobre este tema hablaron en Vicky en Semana los exsecuestrados Frank Pinchao, Armando Acuña y el general Luis Mendieta, así como el representante a la Cámara por el partido Conservador Jaime Felipe Lozada, quien también fue víctima de ese flagelo.

En el caso de Pinchao, quien estuvo retenido entre el primero de noviembre de 1998, durante la toma de Mitú de parte de las Farc, hasta el 27 de abril de 2007 cuando logró escaparse, afirmó que, aunque nunca escuchó nada sobre Córdoba en su cautiverio “porque la comunicación con nuestros captores era mínima”, sí está seguro de que ella es la misma Teodora.

“No me sorprendí tanto [con las declaraciones de Vásquez Moreno], porque ya en los computadores que se le habían incautado a las Farc [tras abatir a Raúl Reyes en 2008], ya había indicios de que se trataba de ella. Desafortunadamente, por leguleyadas no fue posible que hubiese una sanción para esto, pero esperamos que se retomen nuevamente las investigaciones y haya un juicio acerca de este hecho”, dijo Pinchao en relación con este tema.

Igualmente, mencionó que “ahora lo que queremos es que se haga un juicio serio”, solicitando que las diligencias en contra de Córdoba no se hagan en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), pues este, según el exsecuestrado, es un juzgado que forma parte de los “narcoterroristas” de las Farc.

“Ella es muy cercana a las Farc, y me imagino que este caso, por haber sido con las Farc lo va a tomar la JEP y la sanción va a ser que dibuje maripositas o que les eche agua a las flores. Este caso tiene que tomarlo la justicia ordinaria; y como esta también la va a exonerar, pues preferiblemente que sea la justicia americana (la de Estados Unidos) o la francesa las que se encarguen de este caso”, añadió.

Asimismo, el hoy candidato al Senado por la coalición Centro Esperanza manifestó sentirse “cansado de que los victimarios tomen el papel de víctimas. De que [digan que] no cometieron el delito de esclavitud y de que no jugaron con la libertad y la vida de las personas que estábamos allá. Por eso aspiro llegar al Senado para acabar con esa impunidad de esa guerrilla que solo ha causado sufrimiento”.

Por esto, ante la pregunta de si los colombianos deberían o no estar agradecidos por las acciones humanitarias de la exsenadora en la intervención para la liberación de los secuestrados, Pinchao fue tajante: “No, por sus cálculos políticos, por sus intereses personales”.

“Hoy en día está aspirando a gobernar en cuerpo ajeno”, agregó, no sin antes mencionar que en caso de que Córdoba llegue al Senado, se corre un “riesgo con las relaciones que tiene con el Gobierno vecino de Venezuela”, Ejecutivo que además es acusado también de esconder a los miembros de la Segunda Marquetalia, guerrilla dirigida por alias Iván Márquez.