Ante el poco apoyo con el que contaba el proyecto de reforma política, el Gobierno nacional decidió retirarlo del Congreso. El presidente Gustavo Petro dijo que en el contenido de este no quedaba ningún tema progresista, sumándose a las voces que desde el Pacto Histórico habían tomado la decisión de apartarse de la controversial iniciativa.

En Vicky en Semana, el senador Jonathan Ferney Pulido Hernández, conocido popularmente como Jota Pe Hernández, dijo que el congresista Roy Barreras, presidente del Senado, hizo un “show rompiendo la reforma política de forma politiquera cuando fue el primer firmante”.

“De una forma politiquera, como es su naturaleza, pero a la vez traidora, el señor Roy Barreras le echa el agua sucia a Ariel Ávila (senador), quien también hizo parte de esa reforma política, diciéndole: ‘Fue él quien metió ese artículo de los ministros. Fue Ariel Ávila’. Demostrando así Roy Barreras cómo les paga a sus amigos, de forma traicionera. Aprovechando que Ávila estaba fuera del país, lo traiciona, le echa el agua sucia, para él quedar ante el país como el salvador”, indicó el congresista Hernández.

Y Hernández fue más allá en Vicky en Semana. Llamó a Barreras “astro en querer convencer a la gente”, recalcando que el presidente del Senado era de los más interesados en que la reforma política, tal y como estaba, se aprobara.

“En la reforma con micos y orangutanes, que lo sepan los colombianos. Interesantísimo, al punto que este señor (Barreras) armó hasta un desorden el día del debate de la Comisión Primera; cuando nosotros casi la hundimos, el señor trinó desesperado ‘hay un desorden en Comisión Primera, pero tranquilos, no hay nada de qué preocuparse’”, recordó el senador Jota Pe.

Así mismo, Hernández contó en Vicky en Semana que enfrentó a Barreras, advirtiéndole que, por más “triquiñuelas y más mañas”que tuviera, la oposición iba a hundir la reforma política.

Los senadores Ariel Ávila y Roy Barreras. | Foto: SEMANA, Roy Barreras Prensa

Por otra parte, sobre los rumores de que Ariel Ávila pueda llegar a ser presidente del Senado en la próxima legislatura, Hernández dijo que, en lo personal, no siente que este le brinde garantías, dada su cercanía con el gobierno del presidente Gustavo Petro.

“Por lo menos yo no votaría por alguien que sea del Gobierno. Yo votaría por alguien que dé independencia y nos garantice el respeto a nuestros derechos como congresistas, ya bastante tuvimos que soportar a Roy Barreras haciéndoles favores a Petro en esta Presidencia”, agregó Barreras.

Vale destacar que uno de los puntos que más generó molestia en la reforma política fue el artículo que permitía pasar a los congresistas al Ejecutivo. Lo escrito en la ponencia indicaba que los legisladores podrían ser ministros y volver al Legislativo sin problema alguno. Esto quiere decir que si se iban al Gobierno y les iba mal, la curul los estaría esperando.

El ministro del Interior, Alfonso Prada, tuvo que pedir el retiro de la reforma política. | Foto: Semana

El otro ‘mico’, según la ponencia, permitía una reelección inmediata de los legisladores: “Para el período de transición al nuevo sistema de democratización interna para la selección de los candidatos que integrarán las listas cerradas y bloqueadas de los partidos y movimientos políticos con personería jurídica, se utilizarán los diferentes mecanismos establecidos en el artículo 107 y en la ley. Para la organización de esas listas, por una única vez se podrá tener en cuenta el orden de elección, sin condicionamiento de género, del último período constitucional para la respectiva corporación”.

Esto significa que quienes fueran elegidos conservarían la misma posición en la lista, lo que generó gran molestia en diferentes sectores.

Otro punto polémico es que los congresistas podían participar en las elecciones de alcaldías y gobernaciones en cualquier momento, porque se eliminaban las inhabilidades que existen. Actualmente, si un legislador quiere participar en dichos comicios, debe renunciar un año antes de la elección para no quedar inhabilitado.

El proyecto permitía a los congresistas saltar de su curul a ocupar ministerios. | Foto: GUILLERMO TORRES

Como si esto fuera poco, el transfuguismo seguía vivo y permitía, por una sola vez, el salto de un partido a otro sin problema alguno.