El senador Armando Benedetti habló con Vicky en Semana, de la periodista Vicky Dávila, del madrazo de la congresista Angélica Lozano en plena sesión virtual del Congreso. Al margen de señalar que este caso le parece anecdótico, dijo conocer información de cómo tuvo lugar una situación similar. Aquella en la que el presidente Iván Duque se refirió a la congresista Aída Avella como “la vieja esa”, en el marco de la instalación de la legislatura, el 20 de julio pasado.
“Me contaron de muy buena fuente que es la jefe de prensa de Marta Lucía (Ramírez, vicepresidenta de la república) quien graba eso. Ella advierte que va a montar el video y todo el mundo le dijo “no”. No porque supieran que había algo mal sino que todo el mundo le dijo: ‘para qué vas a sacar esa vaina’ Y la sacó y mira”, informó Benedetti.
“Es lo mismo. Lo que uno comenta en privado ahora se está volviendo público. Vamos a contar las cosas como son. Vamos a aplicar algo de sinceridad. Al presidente no le debe gustar Aída Avella y si usted hiciera al revés el ejercicio, que dirá Aída Avella en privado del presidente Duque. Entonces el comentario de Duque no es público. Lo mismo pasa ayer. Todos sabemos que entre el grupo de Gustavo Bolívar y Petro vs. Claudia (López) y Angélica (Lozano) ya no solamente hay una contradicción política, sino un odio entre ellos”, agregó. Con relación al caso puntual de Angélica Lozano, Benedetti aseguró: "Después me da risa y es cuando Angélica sale, igual estaba como brava, y yo espero que se haya tomado esto bien porque soy amigo de ella, la respeto, es de las mejores senadoras que hay allá, pero en ningún momento hay burlas ni nada, pero cuando ella se acerca a la cámara yo me seguía riendo”. En Vicky en Semana, Aída Avella reaccionó. “El hecho de que sea presidente, esté gobernando un país, no les da derecho a hacer lo que quieran con el país, sino que precisamente la cuestión fundamental que tenemos que hacer allí, es el control presidente. Y si le disgusta presidente, me lo puede rebatir con planteamientos, ideas, pero no con esas formas tal vez despectivas”. “Hay necesidad de que miremos la experiencia que tiene la gente que ya pasamos al séptimo piso. Me siento muy feliz de haber llegado a esta edad y tener ánimos, todavía mi voz sirve, tenemos la capacidad de estudiar, mirar, viajar, hablar con la gente, estar entre sus problemas”, señaló Avella.