La situación humanitaria en Arauquita, municipio de Arauca, se ha convertido en una verdadera crisis, pues han llegado más de 1.000 familias venezolanas que perdieron sus hogares por culpa de la violencia y ahora es una situación “desesperada”, como lo admitió el gobernador de ese departamento, Facundo Castillo.
Los recursos del departamento no dan para cubrir las necesidades básicas de los casi 4.000 refugiados que llegaron a Arauquita, una población fronteriza a una hora y media de distancia de la capital, donde viven 43.339 personas. Bajo este difícil panorama, el alcalde de Arauquita, Etelivar Torres, habló en Vicky en Semana sobre cómo está la situación en esa región del país.
Frente a la complicada situación, el mandatario local sostuvo que, “no estábamos preparar para recibir ir un éxodo humano tras grande porque son más de 4 mil personas que están en albergues”. Asimismo, señaló que en esta cifra no se está contando el número significativo que hay de personas que están viviendo con familiares y conocidos, “es una verdadera crisis humanitaria”, comentó.
Frente a cómo se desató esta crisis humanitaria, el alcalde Torres explicó en SEMANA que todo ocurrió el pasado domingo 21 de marzo, cuando a las 5 a.m. empezaron los bombardeos en el sector rural La Victoria, y posteriormente empiezan desplazamientos.
En ese momento, según explicó el alcalde de Arauquita, se veían tanquetas de las Fuerzas Armadas venezolanas y fue allí cuando de manera desesperada, las personas intentaron pasar el puente fronterizo a través de canoas. “Se escuchaban bombardeos y metrallas de la aviación venezolana”, aseguró el funcionario.
SEMANA estuvo desde Arauquita, donde se está presentando esta grave crisis humanitaria y habló con varios venezolanos afectados, entre ellos un joven que está con su madre refugiado en el coliseo. “Mi familia y yo llegamos a este albergue desde el pasado sábado cuando comenzaron los aviones a bombardear y a soltar ráfagas de disparos”, relató el afectado oriundo de La Victoria.
Sobre los enfrentamientos, el testigo dijo que ocurrió “de un momento a otro (...) llegaron escuadrones militares de Venezuela poco a poco al batallón hasta que se desató el combate. Según tengo entendido ellos están enfrentando los campamentos y todo el personal de las disidencias”, contó.
Por su parte, el gobernador de Arauca insistió en decir que en este momento ese departamento está padeciendo “una situación muy difícil, pero no puede declarar la calamidad pública porque sería incurrir en una violación de la ley”.
De otro lado, dijo que se necesita apoyo y solidaridad por parte de las empresas privadas y “personas de buen corazón”. Sobre el apoyo del Gobierno nacional, el gobernador dijo que la presencia ha sido permanente en esa zona y se ha mantenido una comunicación con las autoridades locales y regionales.
El gobernador insistió en que las autoridades no están en la capacidad de atender muchas veces las necesidades de los colombianos “mucho menos de nuestros hermanos venezolanos”, dijo. Asimismo, dijo que llevar mercados “no es la solución, sino permitir que las personas vuelvan a Venezuela”.
“La ayuda definitiva es que algún organismo internacional pueda mediar el conflicto que se esta viviendo allí(...) no estamos en capacidad de darles vivienda y una estancia permanente”, reconoció el gobernador Castillo.
Por ahora, se determinó que quienes se encuentran refugiados tendrán un plazo de estadía en los puntos de atención, ubicados en las veredas Canciones, El Troncal, La Bejuca, Los Cajaros, San Lorenzo, Peralonso, Pueblo Nuevo y el Centro de Integración Ciudadana –Riberas del Arauca en la cabecera municipal, mientras se soluciona la situación de conflicto en la vecina población de La Victoria, en el estado Apure, Venezuela.