Una nueva polémica salpica a Piedad Córdoba. Esta vez, la senadora electa ha sido foco de críticas debido a recientes visitas que hizo a la cárcel La Picota, donde, al parecer, se reunió con reclusos extraditables.
SEMANA conoció que en los registros del Inpec figuran cuatro ingresos de Córdoba a la cárcel. Estos se hicieron el 9 de marzo, cuatro días antes de las elecciones legislativas; el 17 de marzo, cuatro días después de dichas elecciones, el 23 y el 24 de marzo.
Solo en la última visita aparece reportado que Piedad Córdoba estuvo con su hermano, Álvaro Fredy Córdoba Ruiz, capturado el 3 de febrero con fines de extradición por narcotráfico y quien permanece detenido en La Picota, en Bogotá. Sin embargo, no sería el único con quien habló, pues también se habría encontrado con varios extraditables, a quienes supuestamente les ofreció no ser extraditados si Gustavo Petro es elegido presidente.
A propósito del caso de Piedad Córdoba, los candidatos presidenciales Luis Pérez y Enrique Gómez debatieron en Vicky en Semana sobre la trascendencia de las supuestas reuniones con extraditables.
“Me parece que lo que están mostrando el Pacto Histórico y Gustavo Petro es una serie de contradicciones muy grandes”, puntualizó Luis Pérez. En ese sentido, explicó que “resulta supremamente curioso que el Pacto Histórico tome la decisión de darle un ‘perdón social’ a los corruptos condenados, que tome la decisión de entablar conversaciones para perdonar a los narcotraficantes; y que intempestivamente expulsen a una mujer que salió senadora, que tendrá sus tachas, pero que sobre ella no pesa hoy ninguna condena”.
“Eso es un barco en llamas”
A su turno, Enrique Gómez cuestionó si, además, “el Pacto Histórico sea una ‘lavandería’”. De igual manera, aseguró que “es un barco en llamas”, proveniente de varias contradicciones. “Gustavo Petro nunca le explicó a la opinión pública colombiana quién le llenaba de efectivo las bolsas y ahora ese es el tono moral con el que han venido estructurando una cadena ya larga de apoyo con políticos siniestros”.
Sobre Piedad Córdoba, coincidió con Luis Pérez en que el país conoce sus antecedentes. “Sabemos que negociaba la vida de los secuestrados para sus beneficios, sabemos que era beneficiada de la corrupción de Chávez y de Maduro, y el país le ha dado la espalda a esa gran cantidad de evidencia que apunta a que se ha enriquecido con la pobreza del pueblo venezolano. Pero hay algo nuevo, y es la iniciativa de una de las mujeres ‘del llavero de Petro’ de estar en La Picota, entrando un día sí y otro día también a entrevistarse con los peores mafiosos”, argumentó Enrique Gómez en Vicky en Semana.
“El país no puede negarse que estamos en las puertas un nuevo 8.000”
Enrique Gómez también consideró oportuno el calificativo de ‘voto de sangre’ que -a su juicio- está buscando el Pacto Histórico. “Responde a estos acercamientos a los mafiosos que tienen severo control territorial en el suroccidente del país, en el Urabá antioqueño, en el Catatumbo, porque esas organizaciones criminales (restrojos, urabeños y enviados de Sinaloa) sí tienen la capacidad de coercionar el voto en esas regiones y, cuando se habla de pactos, el país no puede negarse que estamos otra vez en las puertas de un nuevo 8.000”, sostuvo el candidato, en referencia al recordado Proceso 8.000, sobre la supuesta financiación del narcotráfico a la campaña presidencial de Ernesto Samper en la década de los noventa.
En ese sentido, se refirió a Gustavo Petro como “un candidato que está dispuesto a lo que sea para hacerse al poder, incluso negociar, no solo con corruptos que ya de por sí era malo, sino negociar, precisamente la extradición y la integridad de la ley colombiana a través de una negociadora que lo ha negociado todo con toda clase de bandidos como Piedad Córdoba”, agregó Enrique Gómez.
Las sospechas de Luis Pérez
Las recientes polémicas que vinculan al Pacto Histórico, como las visitas de Juan Fernando Petro, hermano de Gustavo Petro, y Piedad Córdoba a la cárcel La Picota resultan extrañas para Luis Pérez, así como la decisión de apartar a la senadora electa de la campaña presidencial.
“No sé si dentro del Pacto Histórico hay unas contradicciones que están estallando, porque lo que entiendo es que ni siquiera a Piedad Córdoba la llamó Petro a decirle que iban a tomar esa medida (...). Sé que hay chismes de La Picota y demás, pero todo lo que se conoce de Piedad se conocía antes de meterla a la lista”, dijo Luis Pérez.
No obstante, Enrique Gómez manifestó que el ingreso a La Picota es bastante controlado. “Esta señora (Piedad Córdoba) ha entrado, están los registros y no iba ni hay constancia de que se estuviera reuniendo con personas en específico sino que estaba en espacios no autorizados (...). Ahora nos trata de engañar diciendo que fue a visitar once veces a su hermanito. No señor, ahí hay uno vacíos”, indicó el candidato presidencial por el movimiento Salvación Nacional.
Luis Pérez aseguró que dentro del Pacto Histórico existen contradicciones que no han sido reveladas al país. Por ejemplo, cuestionó por qué la decisión de apartar a alguien de la campaña solo aplicó para Piedad Córdoba y no para Juan Fernando Petro, quien también visitó La Picota para reunirse con polémicos reclusos como Iván Moreno Rojas, condenado por el carrusel de la contratación en Bogotá.
“Si a Piedad la echaron porque fue a La Picota, ¿por qué no ha expulsado al hermano de Petro también? Si esas son las últimas pruebas y quieren ‘purificar’ el Pacto Histórico, pues también deberían echar al hermano, porque también estuvo en el centro carcelario”, sostuvo Pérez.
“Diez días de Pacto Histórico a la defensiva”
Enrique Gómez retomó los recientes escándalos que han salpicado al Pacto Histórico. En ese sentido, señaló que el país lleva diez días viendo a la coalición a la defensiva. “Explicación no pedida, confesión manifiesta. Eso fue así en relación con el hermano de Gustavo Petro y el perdón a los corruptos, o de todos los coroneles de Petro dieron una razón disímil: ‘Que sí estuvo, que no estuvo, que sí hacía parte de la campaña, que no hacía parte de la campaña, que sí habló, que no habló' (...), y finalmente salió Roy Barreras y dijo que tal vez sí fue un error lo del ‘perdón social’ para los corruptos. A mí me queda claro que esa iniciativa sí era parte de uno de los ejes subterráneos de esa campaña y que estaba en plena marcha”, reseñó el candidato presidencial.
“En el caso de Piedad, la puesta en remojo de esta persona -con antecedentes muy conocidos, que no le validaban estar en la lista de nada ni para ningún cargo, la tienen ahí porque tiene ese designio vital para pasársela negociando con bandidos y narcoterroristas. Ha sido gran parte de su actividad política en los últimos 20 años, y me parece que escogieron un mensajero de altura para ir a hablar con los carteles de la droga y votar ese ‘voto de sangre’”, concluyó Gómez.