Tras su captura, Nicolás Petro, hijo del presidente Gustavo Petro, anunció que empezará a colaborar con la justicia en el proceso que hoy lo tiene al borde de la cárcel.
“Quiero anunciar a Colombia que hemos decidido iniciar un proceso de colaboración donde me referiré a nuevos hechos y situaciones que ayudarán a la justicia. Lo hago por mi familia y por mi bebé que viene en camino”, expresó Petro Burgos.
En Vicky en Semana, juristas analizaron el panorama que afronta el hijo del presidente Gustavo Petro y qué hay detrás de su repentino cambio de actitud al prestarse para colaborar con la Fiscalía.
El exfiscal general Guillermo Mendoza indicó que primero se debe precisar qué se espera con la colaboración por parte de Nicolás Petro y su defensa. “La colaboración en sí se trabaja casi siempre a través del principio de oportunidad”, anotó. En esa línea, expuso las causales bajo las cuales opera esta figura.
“Una es servir de testigo de cargo contra determinadas personas que hayan participado, junto con quien está aspirando al principio de oportunidad (...). Ha habido confusión, porque se ha venido diciendo que era un preacuerdo, pero esta figura no va a tener los mismos efectos que un principio de oportunidad, y para el preacuerdo no se exige que haya colaboración con la justicia. Lo que se exige es aceptación de cargos y negociación para ver qué rebajas se pueden lograr”, explicó Mendoza.
En esa línea, consideró que las pretensiones de la defensa de Nicolás Petro pasan por conseguir un principio de oportunidad con la Fiscalía.
A su turno, el abogado Iván Cancino precisó que cuando se habla de colaborar con la justicia se entiende como que habrá un acercamiento con la Fiscalía. Sin embargo, anotó que no se sabe si este será definitivo o no.
“Puede resultar que no resulte ninguna colaboración y mañana se siga adelante (...). Es decir, él (Nicolás Petro) nunca manifestó que iba a aceptar cargos. Lo que dijo fue que empezó un proceso de colaboración por su familia y por su bebé. Hay que ver si ese proceso de colaboración va a, por ejemplo, aceptar la aceptación negociada”, consideró Cancino.
Ahora bien, sobre por qué no lo hizo en la audiencia de imputación, el penalista indicó que, de haberlo hecho, es el juez quien decide si le da entre el 33 % y el 50 % del beneficio de la pena. Por otra parte, si hay lugar a un preacuerdo, se puede alcanzar a ese 50 %.
“Pero también puede ser que yo aplique a un principio de oportunidad. En este caso, la única causal que yo veo es la delatar”, señaló el abogado. No obstante, aclaró que esta dinámica no necesariamente estaría direccionada a prender el ventilador con una campaña política.
“Pueden ser otros temas, que solamente conocerán en este momento la defensa del señor Petro Burgos y la Fiscalía. Hay que tener en cuenta todos esos datos”, complementó el jurista. Adicionalmente, hizo énfasis en un detalle importante que surge de este caso.
“Tanto para preacordar, como aceptar, como para principio de oportunidad, como es una imputación que implicó beneficio económico para él y Day Vásquez, necesita devolver el dinero para poder ser receptor de cualquier negocio”, puntualizó Cancino.
Finalmente, Jaime Arrubla, expresidente de la Corte Suprema de Justicia, opinó que Nicolás Petro “va a ofrecer algo para que se le rebaje o, incluso, se le perdonen las posibles imputaciones”.
En ese sentido, estuvo de acuerdo con los conceptos explicados tanto por Mendoza como por Cancino, y anotó que surgen con base en un detalle que le pareció contradictorio, pues Petro Burgos no aceptó cargos, pero luego manifestó su deseo de colaboración.
Guillermo Mendoza retomó la audiencia de imputación y aclaró que si Nicolás Petro se hubiera allanado a los cargos, el proceso habría llegado hasta ese punto y lo que vendría después sería una acusación y una sentencia condenatoria.
Por el contrario, si Nicolás Petro no aceptaba los cargos —como lo hizo inicialmente— la hoja de ruta dejaba la puerta abierta para que se hiciera lo que hoy ya está en desarrollo: buscar una forma de colaborar con la justicia.
“Nadie acepta cargos así inmediatamente, a pesar del aliciente que hay de una rebaja de pena de hasta el 50 %, pero si se allana a los cargos, ya se cierran las posibilidades de cualquier negociación”, concluyó Mendoza en el espacio de Vicky en Semana.