Ya quedan menos de diez días para que los colombianos salgan a las urnas para elegir a los que serán sus nuevos senadores y representantes que conformarán el Congreso de la República en pleno, para el período 2022-2026.
Sin embargo, según los sondeos que se han realizado durante los últimos meses, muchos votantes se han mostrado ajenos a una intención de participar de estas elecciones legislativas acusando que, tal como se ha visto en los últimos comicios, “son los mismos de siempre” los que desean llegar al parlamento.
Para intentar cambiar este pensamiento, en Vicky en Semana estuvieron los candidatos al Senado Miguel Uribe (Centro Democrático), Mabel Lara (Nuevo Liberalismo) y María José Pizarro (Pacto Histórico), quienes hablaron sobre los cambios que tendría el Congreso de la República en caso de que alcancen una curul en la Cámara Alta de esta corporación.
“La gente pudo habitar el Congreso de la República” durante el paso de la Colombia Humana en esta legislatura, dijo María José Pizarro, asegurando que por su parte defenderá la renovación del parlamento, no solo llevando nuevas caras, sino también nuevas ideas y nuevas propuestas que incluyan a las personas como materia prima de la política en Colombia.
Después habló Mabel Lara, una de las nuevas caras que apuesta por llegar al Congreso, asegurando que espera “reestablecer la confianza” de los colombianos por sus autoridades políticas. “Vamos a renunciar a la crisis de la política (…). Queremos devolver la institucionalidad al Congreso (…) y que la gente salga a votar”, pues hay con quien.
Por su parte, Miguel Uribe aseguró que uno de los mayores cambios que debería tener el Congreso es la disminución, precisamente del número de parlamentarios que existen hoy en día, asegurando que es momento de cambiar la realidad política del país desde sus propias bases políticas. “Llegaré también a defender la democracia y la libertad”, añadió el candidato que lidera la cabeza de lista al Senado por el Centro Democrático.
“Se requieren nuevos balances” porque muchas veces ni se discuten las decisiones importantes “porque pasa una aplanadora” que no permite que se dé el debate en democracia, dijo por su parte Pizarro.
“Que prime el debate en términos de lo que requiere el país, y no lo que necesiten los congresistas”, recordando lo que pasó con la exministra de las TIC, Karen Abudinen, en donde “140 congresistas ni siquiera dieron el debate de control por miedo a mostrar el favor a la ministra y las consecuencias que esto traería”.
Mismo pensamiento es el que tiene Lara, quien aseguró que tras ser elegidos, los senadores y representantes deberían dejar “el cabildo abierto” para que las personas sean quien tengan el control de las decisiones. “En el Congreso no hay mayorías” y es algo que hay que cambiar, añadió la periodista.
En cuanto a la llamada renovación, Uribe aseguró que “no se trata de renovar por renovar” sino que se debe buscar a los más competentes para legislar a favor de los colombianos. Sin embargo, no dudó en atacar a María José Pizarro, una de las candidatas del petrismo, asegurando que para él, tanto Gustavo Petro como su bancada, llegará a “acabar con los empresarios y la libertad”, por los que son un “verdadero peligro”.
“Nosotros no vamos a hacer con ustedes como ustedes han hecho con nosotros, que ni siquiera nos han dejado hablar”, fue la respuesta de Pizarro, manifestando la importancia de “respetarnos en el Congreso”, para que la gente vea a sus legisladores como ejemplo y no como un sitio de personas que solo van a pelear.
Alejada de la discusión casada entre sus dos contrincantes de campaña, Mabel Lara prefirió referirse a la forma en que podrá legitimar al Congreso en caso de llegar a este, asegurando que la forma de lograr esto es “ser limpio y llegar a hacer limpieza”. “Lo importante es no ser mojigatos y reconocer los verdaderos problemas del país”, añadió, pues los colombianos, según ella, están cansados de que los políticos guarden la verdad debajo de cuerda.
Finalmente, explicó que, aunque los tres representan la “generación de las víctimas”, es momento de “parir una nueva generación, una de luz” que luche y cambie los pensamientos de odio dentro del Congreso y que cambie la base de la política colombiana para lograr una verdadera revolución.