El alcalde de Cali, Alejandro Éder, habló en el programa Vicky en SEMANA en medio del Foro denominado Cómo va Cali, adelantado por esta casa editorial este miércoles 2 de octubre.
Durante la entrevista, el mandatario de los caleños habló de la COP16 que tendrá como sede esa ciudad y se refirió a uno de los temas más preocupantes de esa región de Colombia: la seguridad.
Se pronunció, por ejemplo, sobre el vecindario, especialmente Jamundí, un municipio cercano a la capital del Valle del Cauca, hoy afectado por las disidencias de las Farc y otros grupos armados que afectan la zona con el tráfico de cocaína y la minería ilegal.
“Jamundí influye, uno no puede perder de vista que Cali no es una isla, es una ciudad muy violenta, con una tasa de homicidios alta, pero está rodeada de municipios como Jamundí, Palmira, Candelaria, estamos muy cerca del norte del Cauca. El hecho de que aquí haya violencia tiene que ver con esa inestabilidad”, informó.
Por eso, “desde nuestra alcaldía hemos insistido desde el primer momento en estabilizar el perímetro de Cali, en volver a traer soldados profesionales a nuestra región. Ya reactivamos el batallón de alta montaña de Jamundí, ya llevamos un 90 por ciento el batallón de alta montaña de Felidia, importante para estabilizar la cordillera y proteger los farallones”.
Confirmó que en su administración lograron llevar nuevamente la policía militar a la frontera sur de Cali hacia Puerto Tejada y Jamundí y, según él, se ha ido cerrando el perímetro urbano de la capital del Valle del Cauca.
Y a renglón seguido Éder hizo un anuncio: “Vamos a hacer algo que nunca se había hecho en la historia. La semana entrante, por primera vez, tendremos lanchas de la Policía patrullando el Río Cauca, de noche, es uno de los canales por donde entran armas y droga a nuestra ciudad. Ahí terminamos de cerrar el perímetro”.
Reconoció que el escenario de seguridad de Jamundí es complejo.
Dijo que en la parte alta de Jamundí, donde también están los farallones, hay minería ilegal y, además, plantaciones de coca.
“Hay 3.000 hectáreas de coca que producen 10 kilos de cocaína por hectárea. Lo que importa no es la coca sembrada, es la cocaína por hectárea. Eso equivale en ventas potenciales a 300 millones de dólares, solo en Jamundí. Y ahí están las llamadas disidencias de las Farc y la Jaime Martínez. Cuando nosotros llegamos, francamente, no los estaban enfrentando. Y empezamos a trabajar de manera coordinada con la alcaldesa de Jamundí, que es una mujer muy valiente, la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, interactuando con el Ministerio de Defensa, entró la tropa, nos mandaron más policías y pedí que se reactivaran los bombardeos y se apoyara a la Fuerza Aérea y se reactivaron. Eso fue hace mes y medio y no volvieron a estallar bombas en Jamundí”, dijo.
Para él, la presión militar funcionó.
“El Gobierno nacional habla mucho que quiere impulsar la paz. Yo he trabajado en procesos de paz, yo aplaudo cualquier esfuerzo para traer una paz dialogada, pero en un país como el nuestro- siempre lo he dicho- no funciona ninguna iniciativa de diálogo sino está acompañada de una política de seguridad contundente”, remató.