El congresista Agmeth Escaf vivió un momento bastante tenso en el estadio Metropolitano de Barranquilla, donde llegó para apoyar a la Selección Colombia en el partido contra Venezuela, por la primera fecha de las eliminatorias al Mundial, el jueves 7 de septiembre.
Según expuso el representante, desde el primer momento que llegó al estadio comenzó a recibir todo tipo de insultos. Lo peor del asunto fue que estaba en compañía de su familia.
En el espacio de Vicky en Semana, el representante Agmeth Escaf se refirió a lo sucedido y, de paso, planteó una propuesta para que este tipo de actos de intolerancia no sigan ocurriendo en los estadios del país.
Aún golpeado por el asunto, Escaf reflexionó sobre lo que pasó en la tribuna del estadio, específicamente en la localidad occidental. “Hay que trabajar en mejorar, no voy a victimizarme ni nada de esas cosas, porque hay que trabajar por la salud mental y la salud emocional de nuestro país, porque no podemos seguir cantando el himno nacional, terminar y ya estarnos agarrando”, comentó.
Para Escaf fue claro que los insultos en su contra correspondieron a una motivación política, pues le gritaron —entre otras cosas— “guerrillero” y “comunista”. Sin embargo, el clímax tuvo lugar debido a fallas en la organización, pues en un principio se dijo que le estaba pidiendo las sillas a la familia de Luis Díaz, aunque el mismo congresista aclaró no fue así.
“En la organización pasan cosas como que no hacen respetar los asientos de las personas que compran sus boletas”, aseguró el congresista. De hecho, agregó que conversó con un compañero a quien le pasó exactamente lo mismo en un partido pasado, también en Barranquilla.
“Se lo comenté al alcalde Pumarejo (...). Le dije que hay que hacer que realmente se respeten los ingresos y los asientos. Eso, por un lado; por el otro, me parece que la venta de licor dentro de estos eventos lo que hace es que caldea mucho más los ánimos de las personas”, manifestó Escaf.
Bajo su lectura, el expendio de bebidas embriagantes dentro de los estadios se presta para que ocurran este tipo de situaciones.
“Cuando ya va a dar inicio el partido, la persona está en otra condición completamente distinta. Su disposición ya no es la de disfrutar y mucho menos dejar disfrutar el partido a otras personas. La gente se queja, incluso, de que se ponen de pie, gritan, insultan, se arman trifulcas. Todo eso se ve (..). Ahí hay que meterle más control a este asunto, porque el alcohol no debe mezclarse ni con política ni con escenarios públicos (...). Creo que a eso hay que bajarle”, enfatizó Agmeth Escaf.
En resumen, el representante sintetizó su propuesta en que “no se debe combinar licor y mucho menos permitir que se falta el respeto a los puestos asignados por las personas que compraron su boleta o que la recibieron de parte de los patrocinadores”.
“Barranquilla no se merece ser representada por personas así”
Además de los insultos recibidos, Escaf comentó que un sujeto le lanzó cerveza en la cara. Ante el potencial peligro que corría junto a su familia, decidió irse y no dar continuidad a la confrontación.
“El ambiente estaba poniéndose mucho más agresivo, entonces, decidí retirarme”, dijo el congresista del Pacto Histórico. De igual manera, aceptó que el hecho le causó tristeza y enfatizó que Colombia no merece este tipo de situaciones.
“Barranquilla no se merece ser representada por personas así, la Selección no merece ser representada por personas así, el país no merece ser representado por personas así. Y estamos hablando de personas de alto nivel, o sea, de un nivel socioeconómico superior, porque una boleta de esas de occidental estaba costando 700, 800.000, 1′000.000 de pesos (...). Deberían dar mejor ejemplo”, apostilló el representante en el espacio de Vicky en Semana.