El martes primero de noviembre, la plenaria de la Cámara de Representantes abordó en segundo debate el proyecto de ley que, entre otras cosas, buscaba prohibir las corridas de toros en Colombia.

Aunque se pensaba que la iniciativa contaba con las mayorías para continuar el trámite sin problema, a última hora se enredó y terminó hundiéndose.

En Vicky en Semana, los representantes a la Cámara Juan Carlos Losada, por el Partido Liberal, y Christian Garcés, por el Centro Democrático, debatieron sobre el hundimiento del proyecto que pretendía prohibir las corridas de toros en Colombia.

Para Losada, en el Congreso se han registrado varias “jugaditas” alrededor del debate puntual sobre prohibir las corridas de toros en Colombia. Por ejemplo, citó que en la legislatura anterior, un proyecto que tenía este mismo objetivo también se hundió “porque la representante Jennifer Arias había decidido engavetarlo durante meses y meses”.

“Es la primera vez que este proyecto se hunde por votos. Nunca antes en una plenaria o en una comisión de la Cámara de Representantes habíamos perdido por votación, siempre nos habían hundido el proyecto por temas de trámite (...). Esto mismo intentaron hacer con este proyecto, pero esta vez tocó llevarlo a votación”, expuso Losada.

No obstante, profundizó en un hecho que lo dejó sorprendido. Según comentó, hace un mes, cuando se dio la votación del informe de ponencia, fue contundente la votación que respaldaba el proyecto (más de 100 votos a favor versus entre 25 y 30 en contra).

“Y esta vez perdimos por tres votos, 78 a 75. Es decir que un montón de representantes a la Cámara se voltearon, y uno sí tiene que preguntarles a ellos por qué se voltearon en medio de la discusión”, fustigó Juan Carlos Losada, calificando lo sucedido como “el lobby más grande que haya visto en la historia del Congreso”.

Según detalló Losada, en el supuesto lobby estuvieron involucrados viceministros y exviceministros de Hacienda hablando uno por uno con los congresistas. También dijo que hubo un mes y medio en que “la lobista de los taurinos se sentó permanentemente en el Congreso de la República”, así como campañas de desinformación sobre lo que pretendía el texto de la iniciativa y ataques personales en su contra.

A su turno, el representante Christian Garcés aterrizó la discusión al elemento clave por el cual el proyecto se habría hundido:

“Yo he invitado a los congresistas a que asuman la responsabilidad de estudiar este tema, y de legislar como lo pidió la Corte Constitucional, que dijo que las corridas de toros debían morigerarse y, en ese sentido, el proyecto de ley que se presentó de prohibición adolece de cifras y datos. Por ejemplo, ¿cuántos toros en el año para las corridas de toros se sacrifican?, ¿cuántos empleos directos o indirectos dependen de las corridas de toros?”.

“Triunfó una propuesta ayer en la plenaria, que fue la de comprometernos a que en dos meses radicamos un proyecto de ley que haga lo que pidió la Corte Constitucional, reglamentar las corridas de toros, pero además hemos incluido las otras prácticas tradicionales con animales, como son los gallos y las corralejas. Este es un tema muy difícil porque hay un matoneo impresionante por las redes porque, obviamente, aquí hay maltrato animal”, señaló Garcés.

En ese sentido, aseguró que a nadie, ni en el Congreso, le gusta el maltrato animal. Aun así, recalcó que hay otras situaciones que merecen ser abordadas. “No nos interesa maltratar la vida de colombianos, dejarlos sin trabajo y ahí es donde el Congreso debe encontrar un equilibrio entre tradición, protección del empleo y el bienestar de los animales”, anotó el representante del Centro Democrático.

“Intereses y lobbies” en el Congreso

El representante Losada reiteró que el tema de la prohibición de la tauromaquia en el país ha estado en la palestra pública durante varios años. Además, se refirió a un aspecto negativo que ha notado en el Congreso de la República: “Tristemente, en muy contadas ocasiones, son los argumentos quienes convencen a los representantes y a los senadores. En la gran mayoría de los casos son intereses y lobbies los que convencen a los congresistas de votar de una u otra manera”.

“Yo nunca había visto una cosa de este estilo. Empleados a fondo, algunos representantes de Cambio Radical. Por ejemplo, el hermano de Germán Vargas Lleras fue presidente de la Corporación Taurina de Bogotá, hubo un defensor del pueblo que era hermano de otro presidente de esa misma corporación. También está la posición del exprocurador Alejandro Ordóñez, del Partido Conservador, en esta materia”, citó Juan Carlos Losada durante el debate en Vicky en Semana.

De esta manera, en el marco de la discusión, surgió la pregunta sobre si el voto referente al proyecto había cambiado bajo motivación del lobby u otros intereses. Para Losada, la respuesta era clara: “Puro lobby, nada distinto”.

En esa línea, el representante Christian Garcés también expuso su percepción y recordó que, en Colombia, el lobby es una actividad legal. “El representante Losada no habla del lobby de los antitaurinos que van con camisetas, meten un tipo disfrazado de toro, reparten volantes, visitan las curules de los congresistas, y ese lobby yo no lo critico, esa es la democracia. Y sí critica qué pasa si un expresidente o presidente de la Plaza de Toros llama a un congresista: es que a él le gustan, tiene el derecho”, redondeó.

Pero dicho lobby no habría tenido tanta incidencia. Garcés reiteró que el proyecto carecía de datos y, por ello, extendió su llamado a otros congresistas para estudiar a profundidad los impactos que tendría la prohibición de la tauromaquia, por ejemplo, en términos de empleo.

“Cuando uno presenta un proyecto de ley tiene que justificarlo, y tiene que mostrar las cifras y los datos. No es la responsabilidad mía y del Congreso organizarle el proyecto de ley al representante Losada. Y en el proyecto de ley tiene que informar los impactos negativos, por eso se le hundió el proyecto de ley, porque no es capaz de responder cuántos toros se asesinan o se sacrifican en el año. Yo he tenido que investigar, la cifra que he podido conseguir son 160 toros; la cifra de empleos directos e indirectos hay que tenerla, el Congreso no puede votar proyectos de ley quitándole el empleo a la gente sin saber cuántos empleos son”, concluyó el representante Garcés.