Las Cajas de Compensación Familiar cumplen 70 años contribuyendo en la construcción de una sociedad más inclusiva y con igualdad de oportunidades para todos, a través de un modelo de redistribución de riqueza que es único en el mundo y que beneficia, principalmente, a las personas que devengan menos de cuatro salarios mínimos mensuales.
“El modelo lo que hace es que quienes más ganen soporten a quienes tienen menos ingresos, contribuyendo a mejorar su calidad de vida para que cada vez sean más sanos, felices y productivos. Los subsidios son el mejor ejemplo de ese principio solidario”, aseguró Juan Pablo Mejía, gerente de Subsidio y Vivienda de Compensar.
Precisamente, Compensar, la caja más joven del país nació hace 46 años con el subsidio de mayor monto en su momento. Hoy, cuenta con diferentes modalidades que, más allá de ser un alivio económico para las familias, aportan para que puedan cumplir sus propósitos.
“Contamos con subsidios para compra de vivienda nueva, construcción en sitio propio, mejoramiento habitacional y de arrendamiento, monetario, educativo, de desempleo. También ofrecemos beneficios especiales para madres gestantes y amparo de vida cuando el trabajador fallece, entre otros que, en conjunto, representan una verdadera forma de poder generar bienestar”, agregó Mejía.
El impacto de esta diversidad de modalidades se evidencia en casos como el de Lucero Turriago, una madre bogotana que encontró en el subsidio para compra de vivienda nueva, la oportunidad de ponerle techo a sus sueños y a los de su familia. Ahora, es propietaria de un apartamento en uno de los 47 proyectos de vivienda desarrollados por Compensar.
“Me siento muy tranquila de saber que ahora abro las puertas de mi propia casa. Estuve durante dos años pagando la cuota inicial y ahora, lo que antes era un plan, es una realidad. Definitivamente tener un subsidio es una forma de acercarse a los sueños y poder cumplirlos”, señaló.
Otra historia similar es la de Cindy Gaitán, quien durante su embarazo se quedó sin trabajo. “Me otorgaron el subsidio de desempleo y fue un gran alivio para mí porque además de garantizaron la seguridad social. Luego de recibir el auxilio, me acompañaron para regresar a la vida laboral y ahora me capacito para poder iniciar mis labores en una empresa”, precisó, refiriéndose a la manera en que dicho subsidio se complementa con otros servicios de apoyo al cesante, en este caso, por parte de la Agencia de Empleo y Fomento Empresarial de Compensar.
Compensar tiene 2.8 millones de afiliados, entre trabajadores y beneficiarios, de los cuales el 69 % pertenecen a las categorías A y B; es decir, cerca de dos millones de personas, en Bogotá y Cundinamarca, pueden verse beneficiados por las diferentes modalidades de subsidios con los que cuenta la caja.